Rodríguez García, Angelino
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
2020 | REVISTA DE INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN EDUCATIVA 7(2), 73-83 | ISSN (en línea): 2409-1533 |
https://revie.gob.do | https://doi.org/10.47554/revie2020.7.6Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
En la presente investigación de diseño cuantitativo y de corte transversal se busca evaluar los niveles de resiliencia y la relación con las artes que presenta una muestra de 63 jóvenes alrededor de los 15 años, procedentes de 3 centros educativos del sector público de la zona de Santo Domingo Oeste. El objetivo de esta investigación es determinar la correlación entre los niveles de resiliencia y las artes en jóvenes. Se utilizó una entrevista para evaluar la relación de los participantes con las artes y la Escala de Resiliencia Wagnild y Young (1993), adaptada al español por Novella (2002) para determinar sus niveles de resiliencia. Se evaluó de manera individual a cada uno de los participantes en un ambiente aislado para evitar que factores externos o sociales influyeran con los resultados. Una vez obtenidos, los resultados fueron analizados mediante estadísticos de normalidad Kolmogorov-Smirnov, tablas de frecuencia y la prueba de correlación de Spearman. Los resultados mostraron la predominancia de un nivel de resiliencia normal alto y alto en los jóvenes, como también de una relación con las artes moderada alta. Sin embargo, no se observó una correlación significativa entre la resiliencia y la relación de los jóvenes con las artes.
Artes; resiliencia; jóvenes; arteterapia; situaciones de estrés
In this quantitative and cross-sectional design research, seeking to evaluate the levels of resilience and the relationship with the arts in a sample of 63 young people around 15 years of age, from 3 educational centers in the public sector of Santo Domingo west area. The objective of this research is to determine the existence of correlation between the levels of resilience and the relationship with the arts of young people. To evaluate this, an interview was used to assess the participants’ relationship with the arts and the Wagnild and Young Resilience Scale (1993), adapted to Spanish by Novella (2002) to determine their resilience levels. Each of the participants was evaluated individually in an isolated environment to prevent external or social factors influencing their results. Once the results were obtained, these were analyzed using Kolmogorov-Smirnov normality statistics, frequency tables and the Spearman’s correlation test. The results showed the predominance of a normal-high and high resilience level in young people, as well as a relationship with the arts moderate high. However, there was no significant correlation between resilience and the relationship between young people and the arts.
Arts; resilience; youth; art therapy; stress situations
A lo largo de la vida las personas debemos enfrentarnos a diversas situaciones que nos pondrán a prueba ya sea a nuestras habilidades, conocimientos o bien a nuestra persona en general. Nos vemos en situaciones o contextos donde nos enfrentamos a las opciones de perseverar y triunfar o ser derrotados, pero no siempre es sencillo perseverar o encontrar las fuerzas para superar dichas situaciones. ¿Hay alguna manera en la que podamos ayudarnos a sobrepasar situaciones difíciles? ¿Cómo podemos lograr ser capaces de no sucumbir ante la adversidad?
A pesar de que el término resiliencia tiene múltiples significados, según el contexto industrial, social, psicológico o científico, en la psicología se incorporó el expuesto por Werner (1995) al cual se le atribuían las habilidades: tener un buen desarrollo en contraposición a altos estados de riesgos; ser capaz de mantener las competencias aún bajo estrés y ser capaz de recuperarse luego de haber sufrido traumas. Sin embargo, hoy se ha acuñado la definición de Luthar (2006) quien simplifica el concepto de resiliencia a la capacidad que poseen las personas de adaptarse a los escenarios adversos y de lograr mantener o recuperar su estabilidad mental y emocional.
Las intervenciones para el desarrollo de la resiliencia han sido orientadas a trabajar de manera cognitiva-conductual temas de regulación emocional, toma de decisiones, habilidades de afrontamiento y toma de perspectiva para trabajar en jóvenes la prevención de la depresión (Horowitz y Garber, 2006; McMahon, Wells y Kotler, 2006). Por esta misma línea Cutuli, Gillham, Chaplin, Reivich, Seligman, Gallop, Abenavoli y Freres (2013) comentan de cómo programas para la depresión y situaciones de riesgos utilizan técnicas de asertividad, relajación y reestructuración cognitiva, las cuales han demostrado ser componentes efectivos en dichos programas. Otro aspecto a resaltar es el planteado por Allen, Pfefferbaum, Nitiéma, Pfefferbaum, Houston, McCarter y Gray (2016) de que la intervención para desarrollar resiliencia y habilidades de afrontamiento pueden facilitar el intercambio de pensamientos y la apertura de los sentimientos, expandir las opciones de acción constructiva en jóvenes y ayudar así a construir resiliencia.
Dada la relación de la resiliencia con situaciones estresantes y/o traumáticas podemos mencionar las estrategias terapéuticas de la arteterapia usadas en tales casos. Es común el uso de las artes para ayudar a las personas a conectar con sus emociones y poder externalizarlas de tal modo que puedan fortalecerse y superar los escenarios adversos que los atrapan e incapacitan (Ettun, Schultz y Bar-Sela, 2014). Kalmanowitz (2016) explica como la arteterapia posee un rol especial en su trabajo con el trauma y situaciones adversas dado que esta permite acceso al material no verbal del trauma, permitiendo la externalización del pensamiento interno, como también, de los sentimientos. La externalización del pensamiento y los sentimientos de manera adecuada permite en los jóvenes reducir y extinguir conductas disruptivas, como también, el pensamiento negativo y depresivo (Cutuli, Gillham, Chaplin, et al. 2013). La manifestación artística estimula la reflexión, múltiples niveles de observación. Igual, permite construir nuevos pensamientos, incentivando nuevas perspectivas y alternativas con lo que se reestructuran las narrativas dominantes del trauma por otras más resilientes (Páez. 2016).
Tanto la importancia de la resiliencia, como del arte, para permitir a personas sobrellevar situaciones de estrés y/o de riesgo han sido objeto de estudio en el contexto dominicano. Se ha encontrado que el nivel de resiliencia presenta una correlación negativa con los niveles de depresión de supervivientes de violencia de género donde a mayor resiliencia menor es la depresión; provocando una reducción en los niveles de ansiedad en jóvenes que estaban expuestos ante situaciones de crisis y traumas, generadoras de estrés (Feliz, 2010; Álvarez 2018).
En su estudio Brea, Dacosta y Peña (2014) mencionan la necesidad en República Dominicana de crear y apoyar instituciones que puedan proporcionar alternativas de desarrollo saludable en situaciones de crisis y traumas, tales como actividades académicas, deportivas, sociales, lúdicas y artísticas que promuevan la autonomía y la creatividad.
En efecto, las artes y otras actividades lúdicas permiten a las personas expresar sus sentimientos y experiencias de tal modo que pueden sanar heridas, ya que el arte pone a la persona en posición de creador, otorgando un espacio de control y dominio donde facilita la asimilación del trauma de manera sana y permitiendo una reestructuración del recuerdo (Álvarez, 2018; Brea et al., 2014).
Hay que tomar en cuenta que los jóvenes estudiantes dominicanos se han visto con una de las tasas más altas de abandono de la educación en el Nivel Secundario. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2012) señaló que en el país existe una alta tasa de abandono escolar, donde del 82.5% de los niños que son matriculados en la escuela primaria solo un 44.5% continúa Secundaria, lo cual es muy distante de la tasa a nivel general en Latinoamérica que es de un 72.5. Sigue observando que, en el 2016, los jóvenes estudiantes de Latinoamérica y el Caribe para el Segundo Ciclo de Secundaria, solo se mantiene una tasa general inferior al 80% de estudiantes matriculados desde Primaria (UNICEF, 2016). La alta tasa de abandono se ha llegado a relacionar con la prueba PISA realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2015) donde solo un 0.4% de los jóvenes dominicanos presentó ser resiliente, lo que quiere decir que casi en su totalidad estos jóvenes no poseen la capacidad de adaptarse ante las situaciones adversas y lograr llegar a superar lo que se espera de ellos.
De la misma manera República Dominicana no es uno de los países más seguros de Latinoamérica resaltando, en otros estudios, el alto grado de violencia y abusos a los que los niños y jóvenes están expuestos. De acuerdo con el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI, 2018) para finales del 2017 un total de 701 niños y jóvenes entre las edades de 1 a 18 años habían sido acogidos en Hogares de Pasos. Entre las principales razones de sus ingresos resaltaban el abandono, para protección del menor, por abusos físicos y abusos sexuales. Y cabe resaltar que un 9% de estos casos eran reingresados a los Hogares de Pasos. Otros estudios realizados por CONANI (2018) señalan que la juventud dominicana es vulnerable a situaciones como: la pobreza, embarazos adolescentes, trabajo infantil y deserción escolar. Como también considerando la alta delincuencia y corrupción llegando a la posición 130 de 180 de acuerdo con la Transparency International (2018), situándose entre los países con mayor corrupción percibida.
Al ver todas las situaciones de riesgo que experimentan los jóvenes dominicanos y el bajo nivel de resiliencia que poseen, no es difícil asumir que estos guardan una relación, por lo que en esta investigación se hace la propuesta de ver si las artes, tal y como es planteada por diversos autores, que señalan su utilidad para trabajar situaciones de estrés y crisis, pudieran desarrollar la resiliencia en los jóvenes; permitiéndoles externalizar de manera saludable sus emociones y realidades vividas, generando una autonomía y seguridad que les permita restructurar sus vivencias, evitando quedar en una mentalidad de sumisión y victimización; pasando a una mentalidad de empoderamiento y superación ante la adversidad (Kalmanowitz, 2016; Cutuli et al. 2013; Álvarez, 2018; Brea et al., 2014).
En la presente investigación se tuvo el objetivo general de determinar la correlación entre los niveles de resiliencia y las artes en jóvenes de 15 años; para identificar si las artes contribuyen al desarrollo de la resiliencia lo cual pudiera implementarse para ayudar a reducir la deserción escolar. Se trabajó con la hipótesis de que, a mayor relación con las artes, mayor será la capacidad de resiliencia. Para esto se tuvieron los siguientes objetivos específicos:
Si tomamos en cuenta la importancia de la resiliencia, para permitir a las personas superarse a sí mismas ante las situaciones adversas, es importante para sobrellevar las situaciones de riesgo en las que se ven envueltos los jóvenes dominicanos, es indispensable encontrar herramientas y recursos que permitan proteger y preparar a esta población vulnerable la cual demuestra requerir ayuda.
En un país donde gran parte de la juventud se ve expuesta a situaciones de pobreza, crimen y violencia se debe, por lo tanto, disminuir estas condiciones; como también, crear ambientes seguros donde la juventud pueda crecer y superarse, ambientes donde no se sientan juzgados o sin esperanza de un cambio (UNICEF, 2012; Álvarez, 2018; Brea et al, 2014).
Esta investigación buscó analizar la relación entre las artes y la resiliencia con la finalidad de determinar una relación entre estas variables basándose en los planteamientos de otros investigadores quienes han encontrado que las artes han probado ser beneficiosas en el tratamiento de ansiedad, depresión ocasionados por situaciones de estrés y trauma.
La presente es una investigación cuantitativa de tipo correlacional ya que pretende correlacionar variables numéricas y nominales de manera cuantitativa; con un corte transversal puesto que solo se realizará una medición en el tiempo.
La muestra seleccionada consistió en estudiantes de 15 años de tres escuelas públicas ubicadas dentro del sector de Santo Domingo Oeste. Estos fueron seleccionados de manera no probabilística, haciendo llamado por las aulas a los jóvenes que quisieran participar.
En el criterio de inclusión de los estudiantes fueron todos los estudiantes presentes los días de la toma de muestra, indiferentemente del sexo, con una edad alrededor de los 15 años o con una diferencia menor de 3 meses de esta (14 con menos de 9 meses y 16 años con más de 3 meses) y que contarán con la autorización de sus padres.
Dentro del criterio de exclusión estuvieron los jóvenes que diferían de dicha edad en un margen de más de tres meses y que no contaron con la autorización de sus padres.
Se aplicaron dos evaluaciones a los estudiantes, las cuales tomaron un tiempo aproximado de 10 minutos. Las pruebas utilizadas fueron:
La Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (1993), adaptada al español por Novella (2002). Esta escala fue creada para medir el nivel de resiliencia en adolescentes y adultos, la misma sirve como una prueba de autoinforme la cual posee 25 ítems puntuados con una escala Likert de 7 puntos y con una puntuación total entre los 25 a 175 puntos. La escala de resiliencia Wagnild y Young cuenta con una confiabilidad de .91 en su coeficiente de alfa en las aplicaciones de sus autores a 1500 sujetos masculinos y femeninos de diversas edades; resultados semejantes fueron obtenidos por Novella (2002) en sus aplicaciones a estudiantes de entre 14 a 17 años en Perú. La Escala de Resiliencia Wagnild y Young también ha sido utilizada en población dominicana por Feliz (2010) y por Ventura, King y Altuve (2014), obteniendo un alto índice de confiabilidad a pesar de su uso en muestras no muy extensas.
El Cuestionario de Practica/Enseñanza en Arte Recibida, es una entrevista individual de preguntas abiertas, creado para obtener información cualitativa de los estudiantes evaluados y la relación que tienen estos con las artes. Este cuestionario busca determinar si los jóvenes practican o participan de alguna actividad artística en su tiempo libre, en la escuela; si estos han recibido formaciones en alguna arte (Literatura, música, danza, drama, artes plásticas, escultura, entre otros, por un periodo mayor a 3 meses) y el tiempo que dedica a dicha arte a la semana. Según las respuestas se atribuyen las clasificaciones de Poca Relación, Relación Moderada Baja, Relación Moderada, Relación Moderada Alta, Mucha Relación con las artes.
Luego de una selección por conveniencia de tres centros educativos conforme a la aprobación de estos a formar parte del estudio, se solicitó una carta al Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE) con la finalidad de formalizar y garantizar el acceso a los centros.
Se coordinó con el centro para localizar a los estudiantes que cumplan con las características de inclusión, con la finalidad de ir a las aulas de dichos estudiantes y tomar unos 10 minutos para la entrega de consentimientos informados a los jóvenes interesados en participar. Solo se escogieron jóvenes alrededor de los15 años (se incluyó a los jóvenes de 14 años los cuales cumplirían los 15 años en menos de 3 meses y jóvenes de 16 que tenían menos de 3 meses de haberlos cumplido) todos de Cuarto de Media y con consentimientos firmados por sus padres/tutores.
Una vez identificada la muestra de cada centro se coordinaron los días que se visitarían. El proceso con los estudiantes fue llamar individualmente a cada uno de los participantes para aplicarles la prueba de resiliencia y luego se realizó la entrevista para determinar la relación de estos con las artes. La evaluación individual se realizó con la finalidad de no afectar las clases de los centros, como también permitir privacidad a los estudiantes durante la prueba.
Una vez levantada la data de los estudiantes se evaluaron los resultados de las pruebas y se codificó la información mediante el paquete estadístico SPSS para determinar la confiabilidad de la información, también realizaron pruebas estadísticas con la finalidad de identificar la existencia de una correlación entre las variables.
En este estudio se contó con una muestra proveniente de 3 centro educativos diferentes de los cuales, una vez distribuidos los consentimientos informados, se obtuvieron 65 consentimientos firmados y se prosiguió a evaluar a los participantes. Se tuvo un total de 63 participantes evaluados, dos participantes no asistieron los días en que se estuvo evaluando el centro.
CENTROS | EDADES | SEXO | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
N | % | N | % | N | % | |||
Centro1 | 40 | 63.5 | 14 | 1 | 1.6 | F | 45 | 71.4 |
Centro2 | 14 | 22.2 | 15 | 51 | 81.0 | M | 18 | 28.6 |
Centro3 | 9 | 14.3 | 16 | 11 | 17.5 | |||
Total | 63 | 100.0 | Total | 63 | 100.0 | Total | 63 | 100.0 |
Los participantes fueron tomados de tres centros, de los cuales 14 fueron del primer centro, 40 de un segundo centro y 9 del tercer centro educativo. De los 63 participantes que conformaron la muestra 45 fueron jóvenes de sexo femenino, el 71.4%, y 18, un 28.6%, de sexo masculino. La edad de los participantes se encontraba alrededor de los 15 años con 1 participante de 14 años (1.6%), 51 participantes de 15 años (81%), y 11 participantes de 16 años (17.5%).
PUNTAJES | INTERPRETACIÓN | N | % | MEDIA | DESV STDR |
---|---|---|---|---|---|
25 - 54 | Bajo | 1 | 1.6 | ||
85 - 114 | Normal | 4 | 6.3 | ||
115 - 144 | Normal Alto | 40 | 63.5 | 135.5 | 17.2 |
145 - 175 | Alto | 18 | 28.6 | ||
Total | 63 | 100 |
El puntaje promedio de los participantes en la prueba de resiliencia fue de 135.54 puntos, situándose la mayoría de los resultados en el rango de normal alto (entre 115 y 144), presentándose solo una minoría en los puntajes de resiliencia bajo y normal.
PUNTAJES | INTERPRETACIONES | N | % | MEDIA | DESV STDR |
---|---|---|---|---|---|
0 | Poca Relación | 5 | 7.9 | 2.6 | 1.3 |
1 | Relación Moderada Baja | 9 | 14.3 | ||
2 | Relación Moderada | 12 | 19.0 | ||
3 | Relación Moderada Alta | 15 | 23.8 | ||
4 | Mucha Relación | 22 | 33.0 | ||
Total | 63 | 100.0 |
En los resultados de relación con las artes el promedio de los participantes mostró poseer una relación moderada con las artes. La mayoría de las puntuaciones de los participantes se encontraron entre los rangos de relación moderada y mucha relación con las artes.
RELACIÓN CON ARTES | ERWY | |||
---|---|---|---|---|
Spearman's rho | Relación con artes | Correlation Coefficient | 1.00 | .224 |
Sig. (2-Colas) | . | .08 | ||
N | 63 | 63 | ||
Erwy | Correlation Coefficient | .22 | 1.00 | |
Sig. (2-Colas) | .08 | . | ||
N | 63 | 63 |
Se aplicó una prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov para una muestra, presentando una Sig. = 0.01 < 0.05, por lo que la muestra no presentó una distribución normal y por lo que se continuó trabajando con la prueba no paramétrica de Spearman para determinar la correlación de las variables nivel de resiliencia y relación con las artes. La aplicación de la prueba Spearman detectó una correlación positiva de 0.22, sin embargo, esta no llegó a ser significativa, presentando una Sig. = 0.08 > 0.05.
En esta investigación se compararon las variables de nivel de resiliencia y la relación con las artes de jóvenes de alrededor de 15 años, la hipótesis de que a mayor relación con las artes existe un mayor nivel de resiliencia no se cumplió dado que a pesar de que se observó una correlación entre las variables la misma no era significativa. Tomando esto en cuenta no existe una correlación entre la relación con las artes y la capacidad de resiliencia. Esto se debe a que la actividad artística no promueve de manera diferente a otras actividades lúdicas y sociales (Brea, Dacosta y Peña, 2014).
La presencia de niveles de resiliencia Normal Alto se explica por aspectos sociales ya que se ha encontrado que personas en situaciones de riesgo y pobreza tienden a desarrollar en mayor medida su capacidad de resiliencia (Cicchetti y Rogosch, 2007, y Cicchetti y Toth, 2015; como aparecen en Lamb y Lerner, 2015). Al tomar en cuenta que los centros usados en este estudio fueron centros educativos públicos en los que predominan estudiantes entre las clases sociales media y baja, este hallazgo concuerda con los planteamientos en Lamb y Lerner (2015).
Dado los resultados de la presente investigación, donde se encuentra la presencia de una habilidad de resiliencia adecuada en los jóvenes evaluados, a pesar de que estos resultados no se pueden generalizar, al compararlos con los estudios realizados por Feliz (2010), Brea, Dacosta y Peña (2014), Ventura, King y Altuve (2014) y Acra y Díaz (2015), se observan resultados semejantes donde se identifica un alto nivel de resiliencia en sus muestras dominicanas; esto haciendo uso de instrumentos diferentes al Wagnild y Young (adaptado al español). Esto lleva al pensamiento que dentro de la población dominicana se observa una alta resiliencia la cual, al considerar los factores sociales que pueden influir a desarrollar dicha capacidad (Lamb y Lerner, 2015), puede ser el efecto del contexto social del país donde los jóvenes dominicanos son vulnerables a situaciones de pobreza, abusos físico y sexual, trabajo infantil, maltrato y delincuencia (CONANI, 2018; Transparency International, 2018).
Por otra parte, los hallazgos de esta investigación no coinciden con los presentados por la OCDE (2015) donde solo se encontró resiliencia en un 0.4% de los evaluados. Esto de sebe a que pisa identifica como resilientes a los estudiantes que obtienen resultados sobre salientes y quienes a la vez poseen desventajas socioeconómicas. Sin embargo, a pesar de estos estudiantes ser modelos y ejemplos de que es posible romper las barreras socioeconómicas. Se debe señalar que el logro académico y el nivel socioeconómico no son los únicos indicadores de la capacidad de resiliencia en los jóvenes; razón por la que los datos planteados por la OCDE (2015) son incongruentes con este y otros estudios (Feliz, 2010; Brea, Dacosta y Peña, 2014; Ventura, King y Altuve, 2014; Acra y Díaz, 2015).
Un detalle que llama la atención es que se observa el abandono escolar como una falta de resiliencia ante los retos que presenta el sistema educativo (UNICEF, 2012 y 2016). Pero al considerar que los resultados muestran la presencia de una capacidad adecuada de resiliencia se podría ver este abandono de la escolaridad como una búsqueda para mejorar las situaciones adversas y llevar a un estado de bienestar, ya que la mayoría de los abandonos escolares se hacen para trabajar y generar ingresos. Esto podría verse como una búsqueda de mejoría más inmediata que la de largo plazo que proveería la educación.
Se recomienda, como futuras líneas de investigación, comparar los niveles de resiliencia y diferentes actividades lúdicas realizadas por los jóvenes para identificar cuales están asociadas a un mayor nivel de resiliencia.
Tomar muestras con mayor diversidad socioeconómica la cual permitiría comparar la resiliencia y el nivel socioeconómico de los jóvenes para así determinar el grado en que la mayor presencia de situaciones adversas influye en la resiliencia. De igual modo, se podrían comparar muestras que participan de actividades extracurriculares con aquellos que no realizan actividades extracurriculares para determinar si este factor de preparación y desarrollo de habilidades guarda relación con la capacidad de resiliencia.
También se recomienda a futuros estudios como los de la OCDE a revisar su conceptualización ante la variable resiliencia ya que en estos estudios solo se contempla en el ámbito académico. Por esta razón es recomendable especificar su variable como “Resiliencia Académica” o “Resiliencia Dentro del Sistema Educativo” para evitar interpretaciones erróneas de los resultados. De igual manera dado que solo se contemplan el logro académico en relación con factores socioeconómicos, se considera más prudente el considerar resiliencia en base a logros académicos y otros factores adversos además del socioeconómico que se pueden encontrar en la escolaridad (discapacidad física, mental, déficits, abusos, entre otros).
La relación con las artes no promueve una mayor resiliencia ya que, por si sola y sin la guía de un terapeuta, no genera efectos diferentes a los de otras actividades lúdicas y sociales. También se observó una alta resiliencia en los jóvenes dominicanos; a pesar de que los resultados de este estudio no se pueden generalizar son semejantes a otros estudios donde también se midió resiliencia en jóvenes dominicanos.