Editorial
EVALUACIÓN EDUCATIVA EN TIEMPOS DE CAMBIO
EVALUATION IN TIMES OF CHANGE
Dilcia D. Armesto Núñez
Editora de Revie
Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice), República Dominicana
CÓMO CITAR:
Armesto Núñez, D.D. (2025). Evaluación educativa en tiempos de cambio [Editorial]. Revista de Investigación y Evaluación Educativa, 12(2),7-9. https://doi.org/10.47554/revie.vol12.num2.2025.pp7-9
En el quehacer educativo es necesario abordar la evaluación desde sus múltiples dimensiones y más aún en estos tiempos caracterizados por transformaciones sociales, tecnológicas, culturales y educativas. Las diversas formas de enseñar y aprender han desafiado las estructuras tradicionales, requiriendo repensar los fundamentos, propósitos y alcances de la evaluación educativa. No basta con entenderla solamente como una práctica técnica al servicio de la medición del rendimiento académico; sino que debe abordarse como un proceso integral que incide directamente en los estudiantes, los docentes, las instituciones, las políticas educativas y al sistema en su conjunto. Por tal razón, nos preguntamos ¿qué evaluamos, cómo lo hacemos y para qué?
Desde la dimensión estudiantil, la evaluación no puede limitarse a la aplicación de instrumentos ni a la asignación de calificaciones numéricas, ni enfocarse en pruebas estandarizadas que ofrecen una visión reducida del aprendizaje. Los alumnos requieren de evaluaciones formativas, comprensivas y contextualizadas, que reconozcan sus procesos, esfuerzos, intereses y capacidades diversas, donde no solo valoren habilidades cognitivas, sino también las competencias emocionales, las actitudes éticas y los aprendizajes significativos que contribuyan al desarrollo integral y generen oportunidades reales de mejora.
En la dimensión docente, la evaluación debe estar orientada a la mejora continua de la práctica profesional y a la calidad pedagógica y no visualizarse como un instrumento sancionador ni burocrático, sino más bien como una herramienta de retroalimentación, reflexión y crecimiento, reconociendo que los docentes trabajan desde realidades diversas, enfrentando múltiples desafíos contextuales. Por tal razón, cuando la evaluación es desarrollada de manera colaborativa y formativa impulsa al fortalecimiento de la labor docente y promueve una educación de calidad.
En la dimensión institucional, la evaluación debe trascender su carácter administrativo para consolidarse como un proceso sistémico de revisión, autoevaluación, diagnóstico y planificación que permita analizar la gestión, el clima escolar, la participación comunitaria, la utilización de recursos, el liderazgo directivo y los resultados colectivos. En este sentido, la evaluación se convierte en un componente indispensable de la cultura organizacional basada en evidencia, donde la información obtenida se valora y se utiliza estratégicamente para orientar la toma de decisiones informadas en beneficio de la comunidad educativa.
En la dimensión política, se reconoce que evaluar es un acto de poder que va más allá de la medición y la técnica. A través de las políticas educativas se deben fomentar sistemas de evaluación coherentes con los fines de una educación inclusiva, equitativa y de calidad; evitando enfoques cuantitativos o rankings que simplemente generan competencia y presión indebida. Por consiguiente, es necesaria la implementación de marcos normativos y evaluativos que promuevan la rendición de cuentas con justicia social, transparencia y compromiso ético, que evalúen la realidad y respeten la diversidad de los contextos escolares.
Desde la dimensión sistémica, la evaluación educativa debe contribuir a la transformación del modelo educativo, no limitarse a la aplicación de pruebas o a la recolección de indicadores, sino entenderse como un acto de interpretación y reflexión crítica que permita el diálogo, la comprensión profunda y la acción transformadora ante las brechas existentes. En tiempo de cambios, la evaluación educativa debe orientarse a su verdadera finalidad: consolidar un sistema más robusto, justo, centrado en el aprendizaje auténtico y comprometido con el mejoramiento continuo de cada una de sus dimensiones.
Debido a la complejidad del entorno educativo actual, en este número de Revie se abordan temáticas desde una perspectiva multidimensional e interdisciplinaria sobre los contextos escolares, comunitarios y sociales. Los artículos incluidos ofrecen aportes significativos para la comprensión de fenómenos que, al igual que la evaluación, inciden directa o indirectamente en la calidad educativa. Se incluyen experiencias innovadoras como el uso de la gamificación en la enseñanza universitaria de la escritura académica, una estrategia que aporta elementos valiosos sobre cómo renovar las metodologías tradicionales e involucrar al estudiantado desde una perspectiva más activa, colaborativa y crítica. Desde la óptica institucional, se presenta el artículo que analiza la intervención de la gestión educativa y el acceso a las tecnologías en un centro rural, destacando la importancia de la infraestructura, la formación continua y el liderazgo pedagógico para asegurar procesos de enseñanza y aprendizaje más eficaces y equitativos.
Asimismo, en el ámbito de la práctica docente, se exploran aspectos clave como la formación profesional en Educación Física y su vínculo con el desempeño en el aula, identificando fortalezas y áreas de mejora en la preparación del profesorado, con miras a una formación más pertinente y contextualizada. Revie abre espacios a investigaciones que vinculan la educación con el bienestar social, analizando cómo las interacciones entre el consumo de sustancias, la violencia intrafamiliar y los roles de género afectan la vida de jóvenes y adultos; lo que nos recuerda que las escuelas no están aisladas de los problemas sociales, sino que son espacios activos para la prevención y transformación social. Finalmente, se examina la participación de padres, madres y comunidades en centros educativos públicos y privados, destacando los desafíos para construir una cultura de corresponsabilidad educativa más sólida y equitativa.
Los estudios aquí presentados comparten un propósito común, que es generar conocimiento útil para fortalecer la práctica educativa y sus vínculos con el entorno; desde contextos locales hasta miradas más amplias, cada artículo representa una invitación al diálogo, a la reflexión y a la acción transformadora. Confiamos en que este número será de interés para docentes, investigadores, gestores, estudiantes y todas aquellas personas comprometidas con el desarrollo integral de la educación en sus múltiples dimensiones.