LA GESTIÓN COMO CATALIZADOR PARA LA INTEGRACIÓN DE TECNOLOGIAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN EN LA ENSEÑANZA
RESEARCH TOPICS OF EDUCATIONAL MATHEMATICS IN THE DOMINICAN REPUBLIC
Juan Antonio Marrero-Pérez
Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA), República Dominicana
Wilmania A. Díaz Pérez
Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA), República Dominicana
Deivi Marrero Figuereo
Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA), República Dominicana
CÓMO CITAR:
Marrero-Pérez, J. A., Díaz Pérez, W. A., & Marrero Figuereo, D. (2025). La gestión como catalizador para la integración de tecnologías de la información y comunicación en la enseñanza Revista de Investigación y Evaluación Educativa, 12(2), 35-58. https://doi.org/10.47554/revie.vol12.num2.2025.pp35-58
Recibido: 27/11/2024
Aceptado: 30/05/2025
Publicado: : 01/08/2025
RESUMEN
Este estudio analiza la intervención de la gestión educativa en la práctica docente y el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el Centro Educativo Inicial y Primario Jesús Maestro, Azua, durante el período 2023-2024. Mediante un enfoque mixto, se recogieron datos de 25 participantes mediante encuestas, entrevistas semiestructuradas, observaciones en aula y portafolios digitales. Los hallazgos revelan que el 75 % de los docentes considera la formación en TIC es insuficiente y solo el 11.1 % tiene acceso adecuado a internet. Además, el 77.8 % considera que la mentoría directa es un apoyo fundamental; sin embargo, se han detectado carencias en la organización del uso de herramientas tecnológicas, lo que restringe su integración adecuada. La pantalla digital interactiva, por ejemplo, se utiliza principalmente como pizarra debido a problemas de conectividad. Se concluye que la gestión educativa debe fomentar un liderazgo compartido, mejorar la infraestructura tecnológica y diseñar planes estratégicos que incluyan supervisión externa y capacitación continua. Estos hallazgos aportan implicaciones prácticas para fortalecer el uso de TIC en entornos educativos rurales y promover una enseñanza más dinámica y efectiva.
ABSTRACT
This research analyzes the intervention of educational management in teaching practice and the use of Information and Communication Technologies (ICT) at the Jesús Maestro Initial and Primary Education Center, Azua, during the period 20232024. Using a mixed-methos approach, data were gathered from 25 participants through surveys, semi-structured interviews, classroom observations, and digital portfolios. The findings reveal that 75% of teachers feel that ICT training is insufficient, and only 11.1% have adequate internet access. In addition, 77.8% perceive direct mentoring as a key support, but deficiencies were identified in the systematization of the use of technological tools, which limits their effective integration. The interactive digital screen, for example, is mainly used as a whiteboard due to connectivity problems. It is concluded that educational management must implement shared leadership, improve technological infrastructure, and develop strategic plans that include external supervision and ongoing training. These findings provide practical implications for strengthening the use of ICT in rural educational settings and promoting more dynamic and effective teaching.
PALABRAS CLAVE
Enseñanza-aprendizaje, formación docente, gestión educativa, innovación educacional, tecnología de la información y comunicación
KEYWORDS
Educational innovation, educational management, Information and communication technologies, teacher training teaching-learning.
1. INTRODUCCIÓN
Introducción
El proceso de enseñanza ha experimentado importantes transformaciones en los últimos años gracias a la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación, lo que ha permitido nuevas oportunidades en beneficio de la mejora de la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. A nivel global, las TIC se han consolidado como una herramienta esencial para fomentar el aprendizaje interactivo y la personalización de los contenidos educativos (Gil et al., 2021). No obstante, su uso e integración en entornos rurales continúa representando un desafío, principalmente debido a la escasez de recursos, la limitada conectividad y la necesidad de una formación docente continua que garantice su uso eficaz en el aula (Pérez-Pinzón, 2022).
El estudio se realizó en el Centro Educativo Inicial y Primario Jesús Maestro, del Distrito Municipal Proyecto 2-C, Azua. La evaluación de la gestión educativa es vital, puesto que el papel de los gestores es fundamental para ayudar a los docentes a mejorar sus prácticas de enseñanza utilizando las TIC (Bazurto-Rosado et al., 2023).
El presente estudio como objetivo analizar el papel de la gestión educativa en la práctica docente y en la integración de las TIC en un centro educativo rural durante el periodo 2023-2024. Para ello, se adoptó un enfoque metodológico mixto, que combinó encuestas, entrevistas semiestructuradas y observaciones directas, permitiendo recopilar datos tanto cualitativos como cuantitativos de docentes y gestores escolares. Esta estrategia metodología facilitó una comprensión integral sobre los principales desafíos que enfrentan los docentes en la implementación cotidiana de las TIC. A partir de los resultados obtenidos, el estudio busca ofrecer sugerencias prácticas fundamentadas, no solo para mejorar las prácticas pedagógicas en el centro investigado, sino también para orientar a otras instituciones educativas en contextos similares.
La participación de la gestión educativa en la docencia y el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es fundamental en el entorno educativo contemporáneo. Varios estudios han analizado la manera en que la gestión escolar afecta la calidad de la enseñanza, especialmente en lo que respecta a la incorporación eficaz de las TIC en el aula. Esta incorporación no solo permite el acceso a innovadoras herramientas pedagógicas, sino que también impulsa transformaciones significativas en las metodologías de enseñanza y aprendizaje.
Un análisis realizado por Bazurdo-Rosado et al. (2023) subraya que las TIC han provocado un cambio significativo en los métodos de enseñanza, afectando de manera directa la gestión educativa. Los autores argumentan que, para lograr una integración efectiva de las TIC en el proceso educativo, es esencial contar con una gestión educativa que asegure la formación continua del profesorado, disponga de la infraestructura tecnológica adecuada y establezca un sistema de supervisión constante que facilite su uso eficiente. Además, su estudio en América Latina pone de manifiesto que la brecha tecnológica entre las zonas urbanas y rurales representa un desafío considerable para los sistemas educativos (Carneiro et al., 2009; Molina-Pacheco & Mesa-Jiménez, 2018).
Las investigaciones sugieren que la integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación infantil puede potenciar tanto las prácticas pedagógicas como los resultados de aprendizaje de los alumnos. Educadores de diversos niveles están incorporando herramientas tecnológicas en sus aulas, ajustando sus enfoques para incluir recursos digitales sin modificar de manera drástica sus métodos de enseñanza (Ramírez Orellana et al., 2016). Los estudios indican que los docentes, en general, mantienen una actitud favorable hacia el uso de las TIC, especialmente en lo que respecta a sus beneficios didácticos y su capacidad para favorecer el desarrollo profesional (Sanahuja Ribés et al., 2020).
La integración de recursos TIC en los programas de formación docente ha demostrado ser exitosa en la mejora de los resultados académicos (Barrero Fernández, 2019). No obstante, continúan existiendo obstáculos, entre los cuales se destaca la necesidad de realizar una inversión equitativa en herramientas tecnológicas y en la capacitación de los docentes, con el fin de optimizar los beneficios que las TIC pueden ofrecer en los contextos de educación infantil (Chicaiza Valle & Rodríguez Quiñonez, 2024). En general, la investigación sugiere que cuando se utilizan con un enfoque didáctico y lúdico, las herramientas tecnológicas pueden mejorar significativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación de la primera infancia.
En España, Amores-Valencia (2020) destaca cómo las TIC están transformado la educación, enfatizando la necesidad y la importancia de que la gestión educativa impulse la formación docente en habilidades digitales. En el contexto de Latinoamérica, Pérez-Pinzón (2022) analiza cómo la gestión educativa influye en la implementación de las TIC en áreas rurales de Colombia, enfrentando obstáculos como la limitada conectividad y la insuficiente infraestructura tecnológica. Sin embargo, los hallazgos de su estudio indican que, cuando los directivos impulsan programas de formación especializados en el uso de estas herramientas, los docentes logran integrarlas de manera más efectiva en sus prácticas pedagógicas. Estos resultados resaltan la necesidad de una planificación estratégica que articule la adquisición de tecnología con programas continuos de desarrollo profesional para los educadores.
Otro elemento clave es la influencia de las TIC en el desempeño académico de los estudiantes. Un análisis llevado a cabo en Perú por García Peñalvo et al. (2023) indica que, si bien las TIC pueden fomentar la motivación y el rendimiento, su efectividad está estrechamente relacionada con el liderazgo en las instituciones educativas. Es esencial que la gestión educativa realice una evaluación continua del uso de estas herramientas, ajustando las estrategias pedagógicas en función de los resultados obtenidos y fomentando una cultura de mejora continua entre los profesores. Este enfoque facilita que las TIC actúen como impulsoras de la mejora educativa sostenible a largo plazo.
Además, una gestión educativa compartida constituye un enfoque fundamental en múltiples estudios. Luckin & Holmes (2016) señalan que el liderazgo en la implementación de las TIC no debe ser una tarea exclusiva de los directores, sino que debe ser una tarea conjunta con el equipo docente para fomentar un entorno colaborativo. En tal sentido, las decisiones sobre la implementación y el uso de las TIC son tomadas de manera conjunta, lo que ha demostrado tener una alta efectividad en escuelas de España y también del Reino Unido. En estos países, la participación de los docentes en la planificación y en la gestión de las TIC en el aula ha mejorado significativamente tanto los resultados académicos como la satisfacción laboral de los docentes.
Finalmente, Jiménez-Riofrío (2022) puntualiza la importancia de que los profesores cuenten con un apoyo continuo por parte de la gestión educativa que les permita integrar las TIC en sus prácticas diarias. Su investigación resalta que las escuelas que implementan un enfoque de mejora continua en el uso de tecnologías, combinando la supervisión regular con programas de formación periódicos, alcanzan resultados más sostenibles en términos de calidad educativa. Este modelo integral no solo está centrado en la adquisición de herramientas tecnológicas, sino también que persigue asegurar que estas herramientas se utilicen de una manera efectiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje, optimizando el impacto en los estudiantes.
METODOLOGIA
El estudio actual adoptó un enfoque mixto que integra técnicas cuantitativas y cualitativas, con el fin de ofrecer una perspectiva completa acerca de cómo la gestión educativa influye en la práctica docente y en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Esta estrategia se considera apropiada para investigar cuestiones complejas y de múltiples facetas, ya que facilita el análisis tanto de datos estadísticos como de las percepciones y vivencias de los participantes.
2.1 Diseño de la Investigación
El estudio se estructura en un enfoque exploratorio-descriptivo, cuyo objetivo es analizar la influencia de la gestión educativa en la incorporación de las TIC en de los procesos de enseñanza-aprendizaje en el Centro Educativo Inicial y Primario Jesús Maestro, situado en Azua, República Dominicana, durante el período 2023-2024. Este enfoque exploratorio facilita la identificación de patrones en contextos educativos específicos concretos, y su dimensión descriptiva permite ofrecer un relato de los fenómenos observados y las interacciones entre las diversas variables.
2.2 Población y Muestra
La población de estudio estuvo compuesta por 25 individuos, que incluían al equipo de gestión, a los docentes y al personal administrativo del centro educativo. La selección de la muestra se realizó mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia, dado que se buscaba estudiar específicamente las percepciones de aquellos directamente involucrados en la implementación de TIC en el proceso educativo.
La muestra final estuvo compuesta por:
- 5 miembros del equipo de gestión.
- 18 docentes, encargados de impartir clases en los niveles inicial y primario.
- 1 encargada de tecnología.
- 1 gestor educativo.
2.3 Variables de Estudio
Se definieron dos tipos de variables: variables conceptuales y variables operacionales. Las variables conceptuales representan ideas abstractas que orientan el estudio, como la gestión educativa efectiva o la integración de tecnologías en el aula. Estas variables hacen referencia, además, al marco teórico y los constructos que fundamentan el estudio. En cambio, las variables operacionales permiten medir esas ideas a través de manifestaciones observables y específicas.
2.4 Intervención de la Gestión Educativa en la Práctica Docente:
La intervención de la gestión educativa dentro de la práctica docente se entiende como el conjunto de estrategias y acciones que los gestores educativos ponen en marcha para asegurar la calidad y relevancia de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las instituciones. Estas intervenciones incluyen la planificación académica, la incorporación de innovaciones pedagógicas, la capacitación continua del personal docente y la supervisión sistemática de los procesos educativos. Su finalidad es atender adecuadamente las necesidades actuales de las comunidades educativas.
Dumrauf y Cordero (2020) subrayan la importancia de que la gestión educativa se conecte con enfoques participativos, los cuales deben incluir la investigación educativa y las realidades de las escuelas. Esto es esencial para impulsar transformaciones significativas en las prácticas pedagógicas y cultivar un entorno de aprendizaje activo. Por otro lado, Briceño-Toledo et al. (2020) y Amores-Valencia (2020) subrayan que la implementación de modelos educativos integrados, que incluyan recursos tecnológicos y estrategias de apoyo académico, favorece significativamente la progresión de los estudiantes y la innovación en la práctica docente (Briceño Toledo et al., 2020). Asimismo, Portilla Faicán y Laurencio Leyva (2018) refieren que metodologías innovadoras como el Lesson Study y las comunidades de aprendizaje fortalecen la capacidad de los docentes para abordar las complejidades de la enseñanza contemporánea. Finalmente, Salguero y sus colegas (2016) señalan que la conexión entre la gestión administrativa y la innovación en la educación puede resultar favorable si se otorgan mayor importancia a los objetivos pedagógicos en lugar de a intereses mercantilistas (Salguero et al., 2016).
2.5 Manejo de las TIC por Parte de los Docentes:
El empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) por parte de los educadores está vinculado a su capacidad para integrar herramientas digitales de forma efectiva en el ámbito educativo. Este concepto abarca el uso de dispositivos tecnológicos, plataformas educativas en línea y recursos digitales, tanto en la etapa de planificación como en la ejecución de actividades pedagógicas.
Investigaciones recientes han indicado que la evaluación del uso de las TIC puede realizarse a través de una combinación de métodos de observación y autoevaluación. Por ejemplo, las observaciones estructuradas en el aula permiten analizar cómo los docentes aplican estas herramientas en tiempo real, mientras que las herramientas de autoevaluación proporcionan información valiosa sobre sus percepciones y su grado de confianza en su utilización (Briceño Toledo et al., 2020). Además, Portilla Faicán y Laurencio Leyva (2018) subrayan que un uso adecuado de las TIC no solo mejora el rendimiento académico de los alumnos, sino que también favorece un entorno de aprendizaje más interactivo e inclusivo. El uso de las TIC se ve un elemento fundamental en la enseñanza actual, ya que permite adaptar el aprendizaje a cada estudiante, fomenta el desarrollo de habilidades digitales y potencia la innovación en los métodos pedagógicos dentro de los espacios educativos.
2.6 Instrumentos de Recolección de Datos
Para la recolección de los datos, se emplearon los siguientes instrumentos:
- Encuestas Estructuradas: Se elaboraron cuestionarios cerrados dirigidos a los docentes, con el fin de recoger datos cuantitativos sobre su percepción en relación con la intervención en la gestión educativa y el uso de las TIC. Las encuestas incluían preguntas tipo Likert de 5 puntos para evaluar el grado de acuerdo o desacuerdo con afirmaciones asociadas a la gestión y el empleo de las TIC.
- Entrevistas Semiestructuradas: Se llevaron a cabo entrevistas a fondo con los integrantes del equipo directivo, buscando obtener información cualitativa sobre sus experiencias y percepciones en torno a la implementación de las TIC. Estas entrevistas facilitaron la exploración de factores contextuales y subjetivos que podrían afectar tanto el éxito como las dificultades en la gestión educativa.
- Fichas de Observación: Las evaluaciones se realizaron en el aula con el fin de observar de manera directa el uso que los docentes hacen de las TIC en tiempo real. Se utilizó una ficha estructurada basada en criterios predeterminados, como la frecuencia de uso de dispositivos, el tipo de actividades digitales empleadas y la interacción entre los estudiantes y la tecnología.
- Portafolios Digitales de Evidencia: Se pidió a los docentes la creación de un portafolio digital que incluyera ejemplos de lecciones, actividades y recursos digitales empleados a lo largo del semestre. La evaluación de estos portafolios se llevó a cabo mediante una rúbrica que valoraba la innovación, el diseño pedagógico y la adecuada integración de las TIC en el currículo.
2.7 Procedimiento
El estudio se desarrolló en varias etapas:
- Fase de planificación: en esta etapa, se diseñaron los instrumentos de recolección de datos, los cuales fueron validados a través de una prueba piloto con un grupo reducido de docentes, con el objetivo de garantizar la claridad y pertinencia de las preguntas. Se llevaron a cabo las correcciones necesarias antes de la implementación final.
- Recolección de datos: Las encuestas se administraron tanto de manera presencial como digital (utilizando formularios electrónicos) para facilitar la participación de todos los docentes. Las entrevistas se llevaron a cabo de manera presencial, utilizando un protocolo semiestructurado, y se grabaron para facilitar su transcripción y análisis posterior. Las observaciones en el aula se llevaron a cabo durante un período de dos semanas, abarcando diversas clases de los niveles inicial y primario.
- Análisis de datos: Los datos cuantitativos recolectados a través de encuestas fueron examinados mediante estadísticas descriptivas, que incluyen frecuencias y promedios, así como pruebas inferenciales, como correlaciones y ANOVA, con el fin de establecer la relación entre las variables de gestión educativa y la utilización de las TIC. Además, las entrevistas y observaciones se analizaron utilizando un enfoque de contenido para detectar patrones temáticos recurrentes y percepciones comunes.
- Informe de resultados: Finalmente, los hallazgos recogidos fueron organizados y discutidos con los objetivos de la investigación. Se llevó a cabo una evaluación de la validez y confiabilidad de los datos, y se exploraron las implicaciones para la mejora de la gestión educativa y la integración de las TIC en la institución educativa.
2.8 Validez y Confiabilidad
Para garantizar la validez de los resultados, se implementaron diversas estrategias:
- Validez de contenido: Los instrumentos fueron evaluados por especialistas en gestión educativa y en integración de TIC, quienes confirmaron que las preguntas y los criterios de observación reflejaban de manera adecuada las variables objeto de estudio. Después de eso se llevó a cabo la implementación de una prueba piloto en un grupo de 10 docentes que presentaban características similares a las de la muestra que se estudiaba.
- Validez interna: Se implementaron medidas para mitigar posibles sesgos en la recopilación de datos, incluyendo la utilización de encuestas anónimas y la triangulación de la información recolectada a través de encuestas, entrevistas y observaciones.
Para asegurar la fiabilidad de los resultados, se utilizó el coeficiente Alfa de Cronbach en las encuestas para evaluar la consistencia interna de los ítems, obteniendo un valor de 0.850, lo que sugiere un elevado nivel de confiabilidad. Esto fue posible gracias a la colaboración del director de la tesis que fundamenta este artículo y al uso del software SPSS, versión 25. Asimismo, se capacitó al observador responsable de las fichas de observación con el fin de reducir los errores de medición.
ANÁLISIS Y RESULTADOS
En el análisis de la información proporcionada por el Centro Educativo Jesús Maestro, se resalta la relevancia de una supervisión eficaz y la formación en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para optimizar la práctica docente. Todos los integrantes del equipo directivo están de acuerdo en que estas medidas convierten las debilidades en fortalezas, lo que contribuye a mejorar la calidad educativa. Asimismo, la mayoría de los docentes recibe capacitación mensual, lo que evidencia un sólido compromiso hacia su desarrollo profesional.
3.1 Resultados arrojados de la entrevista aplicada al director y equipo de gestión.
El análisis indica que la totalidad del equipo directivo considera que la supervisión es un factor clave para mejorar la práctica educativa, transformado las debilidades en oportunidades y elevando la calidad educativa. Asimismo, el 67% de los encuestados mencionó que la gestión de recursos se realiza de manera trimestral, mientras que el 33% afirmó que se lleva a cabo mensualmente, adaptándose a las necesidades del centro y del personal docente. Además, todos los entrevistados coincidieron en que la supervisión del uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC) es esencial para potenciar la enseñanza, facilitando un aprendizaje más dinámico. Un 83.3% de los profesores recibe capacitación mensual en TIC, lo que refleja el compromiso de la institución con el desarrollo profesional, mientras que un 16.7% obtiene formación según requerimientos específicos. La organización de visitas a las aulas es una práctica común en el centro; no obstante, la muestra limitada sugiere la necesidad de realizar una investigación más amplia. En cuanto al trabajo en equipo, el 100% de los encuestados confirmó que se colabora con los docentes, lo que refleja un sólido trabajo conjunto y un ambiente organizacional favorable, contribuyendo así a la mejora continua de la calidad educativa.
El equipo directivo del Centro Educativo Jesús Maestro realiza la planificación mensual de la gestión de las TIC, según lo indicado por 5 de los 6 miembros entrevistados, lo que señala una administración constante. Uno de los integrantes destacó que estas actividades se llevan a cabo en respuesta a las necesidades, mostrando así una capacidad de adaptación en la integración de las TIC. El 83.3% del equipo considera esencial la presencia de un observador externo para mejorar la calidad educativa. No obstante, un miembro del equipo manifestó que cuentan con las competencias necesarias para enfrentar los desafíos sin dicha intervención, lo que refleja tanto una visión colaborativa como una confianza en el personal. Todos los participantes coincidieron en que los instrumentos utilizados para evaluar la práctica docente y el empleo de TIC son diversos, abarcando escalas, rúbricas, fichas de observación, portafolios digitales y entrevistas. Esto permite llevar a cabo una evaluación integral y promueve un entorno de aprendizaje activo que se adapta a las exigencias tecnológicas. Además, todos los participantes coincidieron en la necesidad de establecer prácticas de liderazgo compartido para la evaluación de la enseñanza y la gestión de las TIC. Esto contribuye a una administración coherente y participativa, la cual potencia tanto el desarrollo del personal como el rendimiento institucional.
El 67% de los miembros del equipo directivo considera que el centro realiza una planificación estratégica semanal para evaluar la práctica docente y el uso de las TIC, mientras que el 33% sostiene que esta actividad se lleva a cabo mensualmente, lo que evidencia variaciones en la frecuencia. Esta estrategia tiene como finalidad establecer una dirección clara, identificar áreas de mejora y fomentar el compromiso del profesorado. Todos los entrevistados coincidieron en que la institución utiliza un portafolio para evaluar la práctica docente, lo que ayuda a recopilar evidencias que permiten realizar una evaluación más objetiva y completa, impulsando así la mejora continua y contribuyendo a la calidad educativa. Asimismo, el equipo concordó en que la institución lleva a cabo evaluaciones regulares, lo que refleja un compromiso colectivo con la mejora de la calidad educativa, asegurando un ambiente de aprendizaje activo que promueve la excelencia pedagógica.
3.2 Resultados de la encuesta aplicada a los docentes del Centro Educativo Jesús Maestro
Los resultados indican que el 83.33% de los educadores está totalmente de acuerdo con la supervisión de la práctica docente, mientras que un 11.11% la respalda, lo que refleja un fuerte apoyo hacia esta actividad. No obstante, un 5.55% mostró su desacuerdo, lo que sugiere la necesidad de explorar las razones detrás de esta divergencia.
Figura 1. ¿ Considera usted necesaria la supervisión del progreso de la práctica docente?

El 77.7% de los encuestados expresó una opinión favorable sobre los acompañamientos pedagógicos, destacándolos esenciales para su desarrollo profesional. Por otro lado, un 11.1% destacó la importancia de contar con recursos adecuados para facilitar un entorno de aprendizaje propicio.
Figura 2. ¿De qué forma de las siguientes considera que la gestión interviene en la práctica docente?

La distribución de recursos gestionada evidencia desigualdades: el 55.6% recibe los materiales de manera oportuna, sin embargo, apenas un 11.1% cuenta con acceso adecuado a internet para la PDI, y un 33.3% indica que la entrega de papelógrafos es puntual. Estas deficiencias podrían impactar desfavorablemente tanto en las actividades educativas como en el proceso de aprendizaje.
Figura 3. ¿La gestión otorga los recursos a tiempo para los docentes realizar su trabajo y mejorar su práctica?

Garantizar un acceso oportuno a recursos como internet y materiales esenciales es fundamental para maximizar el uso de TIC y desarrollar habilidades prácticas. La administración debe mejorar los procesos de adquisición y distribución de estos recursos con el fin de establecer un ambiente más propicio para el aprendizaje.
Por último, un 83.3% de los educadores opina que los materiales gastables son el principal recurso gestionado, mientras que solo el 16.7% menciona el uso de papelógrafos y recursos audiovisuales. Esto resalta una percepción de limitaciones en la gestión de recursos educativos.
Figura 4. ¿La gestión otorga los recursos a tiempo para los docentes realizar su trabajo y mejorar su práctica?

Los hallazgos indican que las necesidades de formación en TIC entre los docentes son variadas: un 50% requiere capacitación en el manejo de la Pantalla Digital Interactiva (PDI), un 33.3% desea aprender a crear actividades basadas en proyectos utilizando TIC, y un 16.7% enfatizó la relevancia de formarse en plataformas de aprendizaje virtual.
Respecto al apoyo docente, el 77.8% indica recibir mentoría directa acompañada de retroalimentación personalizada, lo cual evidencia una estrategia de acompañamiento individualizado. En cambio, el 5.6% se apoya únicamente en observaciones generales, lo que sugiere la necesidad de complementar esta modalidad con un enfoque más cercano. Por otro lado, el 16.5% manifestó que el acompañamiento se realiza en un contexto de colaboración y trabajo en equipo, destacando la importancia de estructurar adecuadamente esta práctica para maximizar su efectividad.
En cuanto a las estrategias de liderazgo, la planificación de visitas a las aulas se destaca como la más frecuente, citada por el 33.3% de los educadores. Esta es seguida por trabajo colaborativo, mencionado por el 27.8%, y la formación y capacitación, con un 22.2%, lo que pone de relieve la relevancia de promover el desarrollo profesional continuo. Un 11.1% de los encuestados hizo referencia al asesoramiento individualizado, mientras que el 5.5% destacó la socialización y el debate como métodos para impulsar un aprendizaje colaborativo y reflexivo.
Figura 5. ¿Cuál o cuáles de las siguientes estrategias realiza el gestor o equipo de gestión de la escuela?

Los hallazgos revelan una discrepancia notable en la gestión de las TIC. Mientras que el 55.6% de los docentes informa que este control se lleva a cabo mensualmente, el 38.8% sostiene que nunca se realiza, y un 5.6% indica que sucede cada dos semanas. Esto pone de manifiesto la necesidad de establecer una mayor regularidad y sistematización en el manejo de las TIC para prevenir su subutilización y la falta de alineación con los objetivos educativos.
En lo que respecta al acompañamiento docente, el 77.8% de los encuestados recibe asistencia directa de un mentor, lo que facilita un intercambio valioso para identificar tanto fortalezas como áreas de mejora. En contraste, un 5.6% menciona recibir observaciones generales, lo que debería complementarse con un análisis más profundo. Un 16.5% indica que el acompañamiento se realiza en un marco colaborativo, promoviendo el intercambio de experiencias; no obstante, es esencial que esta modalidad esté bien estructurada.
Un examen de las estrategias de liderazgo muestra que la planificación de visitas áulicas es la más frecuente, reconocida por el 33.3% de los docentes. Esto implica que los gestores consideran crucial la observación directa para detectar áreas que requieren mejoras. El trabajo colaborativo, mencionado por el 27.8%, junto con la formación y capacitación, citada por el 22.2%, también son esenciales para el desarrollo profesional. Asimismo, el asesoramiento individual, señalado por el 11.1%, y la socialización y el debate, identificados por el 5.5%, enfatizan la necesidad de promover la interacción para facilitar el aprendizaje colaborativo. En conjunto, estos hallazgos destacan importancia de estas estrategias en el desarrollo profesional docente y la mejora de la calidad educativa.
Los datos revelan una notable discrepancia en la frecuencia con la que la gestión del centro educativo supervisa y organiza el uso de las TIC. A pesar de que el 55.6% de los docentes (10 personas) indica que esta supervisión ocurre mensualmente, un 38.8% (7 docentes) sostiene que nunca se realiza, y un 5.6% (1 docente) reporta una frecuencia quincenal. Esto sugiere la necesidad de una mayor regularidad y sistematización, ya que la ausencia de un enfoque constante puede llevar a la subutilización de herramientas, desalineación con objetivos educativos y riesgos de seguridad informática.
Respecto al acompañamiento pedagógico, el 61.1% (11 docentes) lo considera un proceso de mejora continua que es fundamental para el desarrollo profesional. Un 27.8% (5 docentes) lo relaciona con la conversión de debilidades en fortalezas, mientras que el 11.1% (2 docentes) lo asocia con el desarrollo de habilidades y competencias, lo que implica la necesidad de adquirir nuevos conocimientos para optimizar la práctica docente.
Por otro lado, el 77.7% (14 docentes) opina que la intervención de un observador externo es crucial para la mejora continua de los procesos educativos, resaltando su capacidad para llevar a cabo observaciones objetivas. Un 16.7% (3 docentes) considera al observador como fuente de información confiable, y un 5.6% (1 docente) subraya su competencia para realizar evaluaciones imparciales. Estos hallazgos evidencian la relevancia que los docentes atribuyen a la intervención externa como herramienta fundamental para el perfeccionamiento de la enseñanza y el aprendizaje, apoyando su crecimiento profesional y la búsqueda de la excelencia educativa.
Las percepciones de los docentes respecto a la cooperación del director y del equipo directivo administrativo revelan que el 38.3% (7 docentes) sostiene que dicha colaboración se promueve constantemente con el objetivo de mejorar los aprendizajes. Un 27.8% (5 docentes) sostiene que se promueve casi siempre, no solo para mejorar resultados, sino también para perfeccionar la práctica docente y compartir experiencias. Además, un 22.2% (4 docentes) menciona que a veces se impulsa la colaboración, especialmente para fomentar innovación. Sin embargo, un 5.6% (1 docente) señala que casi nunca se contribuye al trabajo colaborativo, lo que refleja variabilidad en la percepción de los esfuerzos de colaboración y sugiere áreas de mejora.
Los hallazgos también ofrecen una perspectiva sobre las herramientas utilizadas para evaluar la práctica educativa y gestionar las TIC. El 50% (9 docentes) indica que la rúbrica de evaluación y el portafolio digital se utilizan de manera constante, lo que demuestra una notable dependencia de estos enfoques. Asimismo, el 33.3% (6 docentes) señala que frecuentemente utiliza la escala estimativa, mientras que un 16.7% (3 docentes) menciona que ocasionalmente recurre a la rúbrica de evaluación, lo que sugiere variabilidad en su uso. Estos resultados evidencian una mezcla de métodos y subrayan la relevancia de contar con diversas herramientas para garantizar una evaluación completa y precisa de las prácticas educativas.
Un análisis indica que el 50% de los profesores (9 individuos) asegura poseer un conocimiento sólido sobre los instrumentos para evaluar la práctica docente y utilizar las TIC, lo que sugiere una considerable familiaridad con estas herramientas. Un 33.3% (6 docentes) señala tener un buen nivel de conocimiento, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar las habilidades en este ámbito. Un 11.1% (2 docentes) reporta un conocimiento limitado, subrayando la relevancia de implementar capacitación y actualización, mientras que un 5.6% (1 docente) revela tener un conocimiento muy limitado, lo que podría atribuirse a su reciente llegada al centro o la falta de apoyo.
En términos generales, el 83.3% de los educadores poseen un entendimiento adecuado o exhaustivo de las herramientas empleadas. Sin embargo, hay margen para mejorar la familiaridad, especialmente entre un pequeño grupo. Por lo tanto, se recomienda implementar programas de capacitación continua para asegurar que todos estén equipados con las habilidades necesarias.
En cuanto a la elaboración del portafolio de evidencias, el 33.3% de los docentes (6 en total) manifiesta que participa casi siempre, demostrando un compromiso significativo. Aproximadamente el 27.8% (5 docentes) indica que participa de manera constante. En contraste, un 16.6% (3 docentes) señala que casi nunca participa, mientras que otro 16.6% (también 3 docentes) admite que nunca lo hace. Esta información sugiere la existencia de un grupo reducido de docentes que no está plenamente comprometido con este proceso clave para la evaluación del aprendizaje.
La mayoría de los educadores comprenden la relevancia del portafolio de evidencias y están dispuestos a colaborar en su creación; sin embargo, hay una disparidad en la participación, ya que algunos no muestran un compromiso total. Además, un 83.3% (15 docentes) considera que los instrumentos y técnicas aplicados buscan elevar la calidad de la práctica docente, reflejando el reconocimiento de la autoevaluación y el perfeccionamiento continuo. En contraste, un 16.7% (3 docentes) considera que estos recursos están orientados a mejorar la calidad de los aprendizajes, lo que indica que algunos docentes no valoran en su totalidad el efecto que una práctica docente efectiva tiene en los resultados de aprendizaje.
Los datos subrayan la importancia de profundizar en la conexión entre la calidad de la enseñanza y los resultados del aprendizaje. Promover una cultura de autoevaluación y un desarrollo profesional constante puede mejorar el rendimiento de los educadores y maximizar los logros académicos.
Asimismo, el 66.7% de los educadores admite que se han aplicado modelos para evaluar y analizar la práctica docente, así como el uso de TIC. En particular, el 38.9% (7 educadores) sostiene que estos modelos se utilizan "siempre", mientras que el 27.8% (5 educadores) indica que se utilizan "casi siempre", lo que refleja un reconocimiento generalizado sobre la relevancia sistemática.
Sin embargo, un 33.3% de los encuestados (incluido el 22.2% que los emplea "algunas veces" y un 11.1% que lo hace "casi nunca") no observa una aplicación regular de estos modelos. Esto indica la necesidad de reforzar las estrategias que permiten la incorporación sistemática de la evaluación en la gestión educativa, asegurando que todos los docentes cuenten con oportunidades para su mejora continua.
Los datos proporcionan una visión significativa sobre la adopción de modelos destinados a evaluar y analizar la práctica docente y el uso de las TIC. A pesar de que la mayoría de los educadores reconoce su relevancia, persisten diferencias que necesitan ser resueltas para garantizar una implementación exitosa.
Los enfoques y técnicas empleados para incorporar las TIC en la educación evidencian que el modelo de planificación estratégica es el más prevalente, con un 55.6% (10 docentes) destacándolo como recurso de apoyo. Un 16.7% (3 docentes) reconoce el liderazgo compartido, mientras que un 11.1% (2 docentes) menciona la evaluación de la mejora continua como un medio para optimizar la utilización de las TIC. Asimismo, el modelo pedagógico del MINERD recibe un 11.1% (2 menciones), lo que subraya su importancia en el contexto dominicano. Por último, el portafolio institucional, citado por un 5.6% (1 docente), se presenta como una herramienta menos común, aunque aún relevante.
Con relación al liderazgo compartido, el 55.5% de los docentes (10 en total) reporta poseer un conocimiento profundo del tema, lo que sugiere una sólida comprensión. Un 27.7% (5 docentes) muestra un grado de conocimiento, mientras que una pequeña proporción tiene un entendimiento limitado: el 5.6% (1 docente) tiene escaso conocimiento y otro 5.6% (1 docente) no posee ningún conocimiento al respecto.
Estos hallazgos subrayan la importancia de mejorar la capacitación en liderazgo compartido. Es fundamental desarrollar estrategias que faciliten una comprensión práctica de este modelo, lo que permitirá a los docentes implementarlo de manera efectiva en sus aulas y centros educativos.
Los datos revelan que el 38.9% de los encuestados (7 docentes) participa "siempre" (11.1%) o "casi siempre" (27.8%) en la formulación de planes estratégicos del centro, lo que refleja un elevado grado de participación. No obstante, el 44.4% (7 docentes) no se encuentra completamente involucrado, dado que un 22.2% participa "algunas veces", un 16.7% "casi nunca" y un 5.6% "nunca".
En relación con el portafolio institucional de evidencias, se observa que el 38.9% (7 docentes) lo emplea para optimizar la práctica docente mediante el uso de TIC, lo que subraya su función como herramienta para la autoevaluación y el desarrollo profesional. Un 16.7% (3 docentes) indica que el portafolio refleja los logros de la institución, mientras que un 27.7% (5 docentes) lo utiliza para fomentar la reflexión pedagógica. Adicionalmente, un 16.7% (3 docentes) lo aplica para avanzar en la trayectoria profesional del centro, destacando su potencial para contribuir al crecimiento institucional y la cultura de aprendizaje continuo.
Estos datos evidencian la versatilidad del portafolio como herramienta para la mejora continua, lo que implica la necesidad de una formación adecuada y un soporte institucional para su utilización efectiva.Además, el 50% de los docentes señala que la evaluación de la mejora continua se lleva a cabo mensualmente, lo que indica un compromiso con el desarrollo profesional. No obstante, un 27.7% menciona que la evaluación nunca se realiza, lo que genera dudas sobre la cultura de evaluación y las oportunidades de crecimiento en la institución.
En cuanto a los números, nueve docentes reportan que las evaluaciones son mensuales, tres mencionan que son trimestrales y uno señala evaluaciones anuales, subrayando así la predominancia de las mensuales. Para entender mejor estos resultados, es fundamental llevar a cabo un análisis más detallado que examine las razones detrás de las distintas frecuencias de evaluación, tales como la carga de trabajo de los docentes, la disponibilidad de recursos o las filosofías de gestión. Estos datos ofrecen información valiosa sobre la cultura de evaluación en el Centro Educativo. Sin embargo, son necesarios estudios adicionales para comprender las causas que sustentan estos patrones y proponer sugerencias que refuercen la cultura de evaluación y el desarrollo profesional continuo de los educadores.
3.3 Resultados de la ficha de observación para evaluar la intervención de la gestión educativa en la práctica docente y el manejo de las TIC
Durante la implementación de la ficha de observación en el equipo de gestión y los docentes del Centro Educativo Jesús Maestro, se observó que la gestión evalúa la práctica docente dos veces por semana. Se gestionan recursos tales como papelógrafos y materiales gastables. Los docentes emplean la pantalla digital interactiva en sus planificaciones, principalmente como una pizarra, debido a limitada disponibilidad de acceso a internet. Cuando necesitan utilizarla como herramienta didáctica en línea, deben compartir la conexión a través de sus teléfonos móviles. Además, se evidenció un trabajo colaborativo entre el equipo de gestión, destacando que los instrumentos más frecuentemente utilizados son la rúbrica de evaluación y la lista de verificación.
3.4 Resultados de la entrevista a la encargada de tecnología del Centro Educativo
La entrevista a la encargada de tecnología reveló aspectos clave sobre su perfil y funciones. La encargada, licenciada en informática, posee conocimientos avanzados en el manejo de la Pantalla Digital Interactiva (PDI) y gestiona el Sistema de Información de Gestión Escolar (SIGERD).
Entre sus tareas principales destaca el apoyo técnico a docentes y estudiantes, demostrando un liderazgo compartido en el uso de herramientas tecnológicas.
Respecto a la gestión de TIC, indicó que el centro realiza un control y organización mensual de su uso, colaborando con el director y el equipo de gestión para mejorar la práctica docente. No obstante, a pesar de utilizar un portafolio institucional de evidencia, rara vez participa en su elaboración y en la planificación estratégica del centro.
Además, la encargada emplea un modelo de capacitación continua. El centro utiliza herramientas como entrevistas y portafolios digitales para mejorar la calidad de la práctica docente. Subrayó la importancia de la intervención de un observador externo, quien contribuye a mejorar los procesos educativos mediante observaciones sistemáticas.
DISCUSIÓN y CONCLUSIÓN
Los hallazgos del Centro Educativo Jesús Maestro enfatizan la importancia de una supervisión adecuada y la formación en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el ámbito educativo. De acuerdo con investigaciones previas, como las de Hernández-Espinoza et al. (2022) y Palomino Condo et al. (2023), se resalta que tanto la supervisión como el uso apropiado de las TIC son elementos esenciales para mejorar la calidad educativa y promover el desarrollo profesional de los docentes. Estos resultados coinciden con estudios que resaltan el papel de la supervisión pedagógica en la identificación y el refuerzo de las debilidades en la enseñanza (Egido Gálvez et al., 2016).
En este análisis, el equipo directivo coincide en que la supervisión es fundamental para transformar las debilidades en fortalezas. Esta postura se alinea con las ideas de Ólafsdóttir et al. (2022) y Godfrey (2020), quienes argumentan que la evaluación externa es crucial para llevar a cabo un análisis objetivo de las prácticas educativas. Además, la supervisión en el ámbito de las TIC parece tener un impacto considerable en la enseñanza, promoviendo un aprendizaje más dinámico y participativo, tal como señalan Viberg et al. (2023) en sus estudios sobre la utilización de TIC en el aula.
No obstante, los hallazgos también revelan ciertas áreas que necesitan atención. La falta de recursos, como el acceso adecuado a internet, que solo está disponible para el 11.1% de los educadores, representa un impedimento que podría afectar negativamente la implementación efectiva de las TIC. Esta desigualdad tecnológica ha sido señalada anteriormente por autores como Garzón Asanza et al. (2022), quienes advierten que la carencia de infraestructura tecnológica puede generar inequidades en el acceso a oportunidades de enseñanza innovadora.
En lo que respecta al acompañamiento pedagógico, la investigación revela que el 77.8% de los docentes recibe mentoría directa, un componente esencial para la mejora continua. Hattie y Timperley (2007) sostienen que la retroalimentación efectiva es uno de los factores más influyentes en el desempeño docente. Sin embargo, un 22.2% de los docentes menciona la falta de un acompañamiento sistemático, lo que pone de manifiesto la necesidad de organizar este proceso de manera más eficiente.
Otro aspecto importante es la notable variación en la implementación de estrategias de liderazgo y evaluación de las TIC. Mientras que el 55.6% de los docentes afirma que la gestión de las TIC se realiza mensualmente, un 38.8% indica que nunca se lleva a cabo. Este dato es preocupante, ya que la falta de consistencia en la evaluación de las TIC puede llevar a su escasa utilización, lo que se alinea con las observaciones de Livingstone (2012) sobre la importancia de sistematizar el uso de las tecnologías educativas.
En el contexto del liderazgo, los hallazgos sugieren que la organización de visitas a las aulas, mencionada por el 33.3% de los docentes, se destaca como una estrategia predominante, alineándose con la visión de (Aguilar Trujillo, 2021; Chacón-Henao et al., 2022) sobre el liderazgo compartido y la colaboración como fundamentos para la mejora de la educación. Sin embargo, la percepción de que estas estrategias no se fomentan de manera consistente resalta la necesidad de implementar un enfoque más inclusivo y continuo.
4.2 Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos, se puede afirmar que la supervisión y la formación continua en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son esenciales para mejorar la calidad educativa en el Centro Educativo Jesús Maestro. El estudio muestra una correlación favorable entre una supervisión adecuada y el crecimiento profesional de los docentes, lo que sugiere que es crucial fortalecer estos componentes para maximizar su efectividad.
- Supervisión y TIC como elementos clave: Los datos indican que la supervisión no solo potencia la práctica docente, sino que también fomenta un uso más activo de las TIC. Esta conclusión se alinea con investigaciones que indican que el apoyo estructurado, supervisado por un tercero, puede conducir a mejoras notables en los procesos educativos. Sin embargo, la falta de acceso a recursos tecnológicos, como internet, limita la implementación efectiva de estas herramientas, lo que subraya la necesidad de fortalecer la infraestructura tecnológica del centro.
- Acompañamiento pedagógico: La retroalimentación continua es un aspecto clave para el perfeccionamiento de la enseñanza. Aunque es beneficioso que la mayoría de los educadores cuenten con apoyo directo, es crucial también considerar la proporción que no recibe este respaldo de forma habitual. Esto es importante para garantizar que todos los educadores tengan las mismas oportunidades para su desarrollo profesional.
- Liderazgo compartido y gestión de TIC: A pesar de que los hallazgos subrayan la relevancia del liderazgo compartido, se identifican discrepancias en su implementación. La inconsistencia en la planificación y evaluación de las TIC sugiere la necesidad de una organización más adecuada en la administración de estas herramientas, para asegurar su uso eficaz y su alineación con los objetivos educativos.
- Limitaciones: Aunque los resultados del estudio son relevantes, la restricción a un único centro educativo limita la posibilidad de generalizar los hallazgos. Se recomienda llevar a cabo investigaciones futuras con una muestra más extensa que facilite la comparación entre diversos contextos y métodos educativos. Asimismo, es esencial potenciar la infraestructura tecnológica para optimizar la incorporación de las TIC en el entorno educativo.
Los hallazgos subrayan la importancia de una vigilancia continua y la necesidad de mejorar la capacitación y los recursos destinados a los educadores. La efectiva incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el entorno educativo requiere no solo formación, sino también un acceso adecuado a recursos tecnológicos, así como la adopción de métodos de evaluación que aseguren su uso sostenido y eficaz.
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