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PROCESOS DE LECTURA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS MEXICANOS

READING PROCESSES IN MEXICANS COLLEGUE STUDENTS


icono orcid icono correo Vázquez Ramos, Aurelio

Universidad Veracruzana, México

icono orcid icono correo Álvarez, María Cristina

Universidad Veracruzana, México

icono orcid icono correo Anastasio Marcos, Victoria

Universidad Veracruzana, México

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CÓMO CITAR:

Vázquez Ramos, A., Álvarez, M. C. & Anastasio Marcos, V. (2022). Procesos de lectura en estudiantes universitarios mexicanos. Revista de Investigación y Evaluación Educativa, 9(1), 94-111. https://doi.org/10.47554/revie.vol9.num1.2022.pp94-111

Recibido: 2021/09/24

Aceptado: 2022/01/17

Publicado: 2022/02/09

RESUMEN

Este artículo tiene como objetivo describir los procesos de lectura en los estudiantes de la Facultad de Pedagogía-Región Veracruz de la generación 2014 de la Universidad Veracruzana. La metodología aplicada es de carácter cuantitativo con alcance descriptivo, en el periodo 2018-2019 en el que se aplicó un cuestionario de 26 preguntas que abordan cuatro áreas: hábitos lectores, frecuencia lectora, comprensión lectora y la experiencia lectora, a 60 estudiantes cuyas edades oscilan entre los 23 y 26 años. El análisis de los datos muestra que la frecuencia y experiencia lectora se encuentran por debajo del promedio, tales resultados demuestran la necesidad de implementar estrategias de E-A en las prácticas didácticas e institucionales que fomenten el gusto por la lectura en los estudiantes y se promueva la importancia del proceso de lectura en los universitarios.

ABSTRACT

This article aims to describe the reading processes in the students of the Faculty of Pedagogy-Veracruz Region of the 2014 generation of the Universidad Veracruzana. The methodology applied is quantitative with descriptive scope, in the period 2018-2019 in which a questionnaire of 26 questions was applied that address four areas: Reading Habits, Reading Frequency, Reading Comprehension and Reading Experience, to 60 students whose ages range between 23 and 26 years. The analysis of the data shows that the Frequency and Reading Experience are below the average, such results demonstrate the need to implement E-A strategies in didactic and institutional practices that encourage the taste for reading in students and promote the importance of the reading process in university students.

PALABRAS CLAVE

Comprensión lectora, experiencia lectora, frecuencia lectora, hábitos lectores, procesos de lectura.

KEYWORDS

Reading comprehension, reading experience, reading frequency, reading habits, reading processes.

1. INTRODUCCIÓN

La importancia de la lectura en las diversas etapas del ser humano resulta fundamental para que este se desenvuelva de manera competente en el ámbito académico-social-emocional, toda vez que le otorga herramientas que van más allá de un solo aprendizaje escolar. Los beneficios de la lectura influyen en los procesos cognitivos y mentales del desarrollo del individuo; realizar esta actividad a lo largo de los años permite que el cerebro no se atrofie, dicho en otras palabras, la lectura es indispensable para el desarrollo de habilidades mentales y comunicativas.

En México, la educación no resulta ser la deseada ante las múltiples problemáticas y desigualdades, dentro de estas, se encuentra que la población no posee el hábito de la lectura provocado por el analfabetismo, desinterés, acceso a la información, cuestiones sociales, culturales y económicas, entre otras razones, estadísticamente hablando, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2019):

De cada 100 personas, 42 declararon haber leído al menos un libro en los últimos doce meses. En 2015 la proporción era de 50 por cada 100 personas. El promedio de libros leídos por la población de 18 años y más en los últimos doces meses, fue de 3.3 obras. Las principales razones declaradas por las que la población no lee fueron: falta de tiempo 47.9% y falta de interés 21.7% (p. 1).

Estas cifras ponen de manifiesto que de 2015 al 2019 la población lectora tuvo una tendencia decreciente, y el promedio de la lectura de libros que realiza una persona en México durante un año es de 3, en el mejor de los casos.

Partiendo del contexto de la lectura en la población mexicana, una de las primeras interrogantes aludió a conocer cómo son los procesos de lectura en los universitarios, si bien, se parte de la premisa, que el tener acceso una educación superior se tenga disposición a realizarla, ya sea por diversos motivos como pueden ser: situaciones académicas, investigación, adquisición de conocimiento, interés, motivación, etc. resultaba de singular interés la confirmación.

Para entender los procesos de lectura, debemos comprender de qué manera el lector, el escritor y el texto contribuyen a él, debido a que la lectura implica una transacción entre el lector y el texto, las características del lector son tan importantes para la lectura como las características del texto (Cortes, 2019, p. 28).

Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue describir los procesos de lectura en los estudiantes de la Facultad de Pedagogía-Región Veracruz de la generación 2014 de la Universidad Veracruzana. La metodología aplicada fue carácter cuantitativo con alcance descriptivo en el que se utilizó un cuestionario de 26 preguntas que se describe más adelante.

2. PROCESOS DE LECTURA Y SITUACIÓN LECTORA EN MÉXICO

Con relación al tema de la lectura, Freire (1989) citado por Remolina (2013) “sintetiza la lectura dentro de una unidad denominada palabra mundo, es decir, una relación entre lenguaje y realidad concebida a través del respeto por la unidad dialéctica entre teoría y práctica” (p. 225). Entonces, a partir de la lectura es posible asimilar la realidad, al igual que desarrollar un espíritu reflexivo y crítico si se realiza de manera consciente y del tipo de información que se lea, puesto que existen diversos tipos de textos y de las cuales tienen distintas finalidades. Esto último, lo refuerza Benites (2018) al destacar que “el acto de leer está motivado por una finalidad, un propósito, un deseo de conocer y profundizar las ideas, de fomentar la interacción entre los hombres” (p. 17).

De acuerdo con la Fundación Universitaria Konrad Lorenz (s.f.) dentro de los principales beneficios de la lectura se encuentra que agudiza la astucia, estimula la socialización de la información y del conocimiento, además de que si se tiene el hábito de leer constantemente contribuye en la disminución de los síntomas de la demencia, así como también impulsa la percepción, concentración, empatía, imaginación y creatividad, mejora las habilidades de expresión, lenguaje, lectura, además de la capacidad de análisis e interpretación de textos, y la atención.

Otra definición respecto a la lectura, según Aznárez (s.f.) en su artículo titulado ¿Qué entendemos por lectura? señala que:

Concebimos la lectura como un fenómeno social y cultural y como una actividad inteligente que involucra las habilidades psicológicas superiores e incluye la participación de los diferentes niveles lingüísticos y el conocimiento del mundo que el lector posee. Implica aspectos discursivos y metacognitivos y consta a su vez, desde nuestra perspectiva, de dos componentes indisociables: decodificación y comprensión (p. 5).

La importancia de desarrollar los hábitos lectores a temprana edad y durante la trayectoria escolar es fundamental para el desarrollo académico, profesional y social en los individuos, debido a que mediante los procesos de lectura, el lector fortalece sus habilidades cognitivas y capacidades analíticas y reflexivas, además de influir de cierta manera en su personalidad, así como el modo de percibir su realidad con actitud crítica y participativa, influyendo en el desenvolvimiento de la misma en los distintos grupos de la sociedad del que es parte.

Siguiendo a Ortiz (2017), el acto de leer conscientemente permite establecer una relación con el texto en el que el lector se vincula de manera intelectual y emocional, desarrollando así la capacidad de comprensión lectora y afectividad por los diversos textos de su experiencia con la lectura, entonces el leer es un ejercicio fundamental en la vida del ser humano puesto que permite fortalecer las capacidades y habilidades como la concentración, deducción, análisis, imaginación, reflexión, abstracción, entre otras, mismas que se pierden si no se ejercitan adecuadamente mediante tal actividad.

Por su parte, Medina y González (2021) agregan que durante los procesos de lectura y de la comprensión que conlleva dicho acto permite que el proceso inferencial, que está relacionado con los procesos mentales, resulta ser el factor clave para que el lector se apropie del conocimiento y que a su vez le permita percibir su realidad:

Al momento de leer, el proceso inferencial que proviene de introducir a nuestros esquemas mentales la información del mundo resulta de suma importancia ya que desde que inicia la lectura, se requiere de la anticipación del sentido del nivel más bajo para poder establecer la cohesión y la coherencia local, en primer término, y conforme continúa avanzando la lectura, se va anticipando también y de manera constante el sentido macro del texto para así llegar a una coherencia global del mismo (p.172).

Por otro lado, un término relacionado con la lectura es la literacidad, por lo que es preciso definirla para la comprensión de los referentes en cuanto a la lectura, como dice Cavallo y Chartier (2001) citado por Márquez y Valenzuela (2018) plantean que:

La literacidad amplía el alcance del término lectura en español, pues engloba habilidades que tienen que ver no solo con la decodificación o interpretación de lo escrito en soportes impresos, sino que también implica habilidades retóricas, sociales y culturales, y concierne a una serie de competencias y prácticas sobre la lectura y la escritura adquiridas en un entorno determinado (alfabetización situada) y con la influencia de una tradición o cultura letrada (p. 3).

Definido lo anterior, resulta necesario ubicar la contextualización de estas acciones en la población mexicana. En las encuestas del Módulo de Lectura (MOLEC) aplicadas por el INEGI en el 2015 y 2016, se encontró que el libro sigue siendo el formato de lectura más leído, seguido por el periódico y las revistas, así como indican que aproximadamente el 40% de la población de entre 18 años y más se ve interesado por el internet y los textos digitales para realizar la lectura (Márquez, 2017).

Esto último se encuentra ligado al incremento de los recursos y medios digitales mejor conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), por lo que la mayor parte de la población, especialmente los jóvenes usan dicho medio para acceder a la información y, por tanto, del acceso a los diversos textos y aplicaciones para realizar la lectura.

Siguiendo con el estudio de Márquez (2017) con base a los resultados del MOLEC, se encontró que el tiempo promedio que la población lectora dedica a la lectura de los diversos tipos de textos no llega a la hora, pues este varia de entre 38 y 40 minutos por sesión, lo cual representa un dato alarmante para las autoridades educativas, puesto que esto refleja la cultura de los mexicanos en cuanto al hábito lector y de manera relacionada al rezago educativo que caracteriza al país.

Según la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura realizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el actor principal que influye en la adquisición de hábitos culturales son los profesores y no los padres de familia, esto pone de manifiesto como la población atribuye el desarrollo de estos al ámbito escolar, y que por su parte se requiere que la familia contribuya al estímulo y fomento a la lectura y escritura de textos curriculares como extracurriculares, para alcanzar una sociedad más culta (Márquez, 2017).

Por lo anterior, es determinante conocer cómo son tales procesos lectores en los estudiantes de la educación superior, pues se entiende que poseer cierto nivel de estudios, permite ser consciente de la necesidad de acceder a la información y formarse como ciudadanos reflexivos, críticos y analíticos, ello solo se logra mediante la experiencia con la lectura de diversos textos.

2.1. ANTECEDENTES DE LOS PROCESOS DE LECTURA EN UNIVERSITARIOS DE MÉXICO

Como se ha mencionado, la importancia de realizar la lectura en los diferentes ámbitos de la vida del sujeto resulta fundamental, ahora bien, el impacto de este proceso de lectura, dentro de la educación superior, representa el camino hacia los procesos de enseñanza-aprendizaje, puesto que a través de dichas metodologías o formas de leer, permite al estudiante estimular y fortalecer las capacidades cognoscitivas, socio-afectivas, brindando un desempeño académico notable, que a su vez, repercute en la educación de calidad y que debe ser característico de este nivel educativo.

Si bien las Instituciones de Educación Superior (IES) tienen como finalidad atender las necesidades y problemáticas del campo educativo, por ende, deben atender las deficiencias encontradas en torno a la lectura en los estudiantes. Por ello, se describen algunos estudios encontrados respecto a dicho tema en las universidades mexicanas.

En México, de acuerdo con Salado, et. al. (2017) en un estudio que realizaron en el que analizan los hábitos lectores en tres universidades de México, Universidad Estatal de Sonora, Universidad de Sonora y la Universidad Veracruzana, se encontró que el 88.36% de los estudiantes tienen como medio preferido para leer, en páginas de internet, seguido de los libros impresos con un 29.11%, mediante libros electrónicos con un 15.30%, por otro lado, los diversos textos en formato digital de su mayor interés para ejercer la lectura, son biografías o historias con un 15.5%, periódicos 13.1% y los textos académicos con un 12.6%.

Por otro lado, en un estudio realizado en estudiantes de administración en la Unidad Académica Profesional Tejupilco dependiente de la Universidad Autónoma del Estado de México en el año 2017, sobre los hábitos lectores se destaca que el principal motivo por el que leen es para aprender que representa al 55.6% de la población estudiantil, seguido del gusto por la lectura con un 27.8%, por obligación 11.1% y por trabajos extra clase que corresponde al 5.6%, también se encontró que el tiempo dedicado a la semana a dicha actividad, es de una hora que corresponde al 66.7% de los universitarios, de una a dos horas un 27.7%, y sólo el 5.6% le dedica de tres a cinco horas a leer textos respectivamente. Además de que el 77.8% agregó que el centro escolar organiza algunas actividades de lectura al año, mientras que el resto que corresponde al 22.2% desconoce de tales actividades (Cardoso, et. al., 2018).

En el 2018, en la Escuela de Ciencias de la Salud, de las instalaciones de la Universidad del Valle de México, campus Villahermosa, se realizó un estudio sobre los hábitos de lectura en los estudiantes de primer semestre de la licenciatura en enfermería, se encontró que el 72% de la población mantiene un gusto por la lectura, y el 47% agregó que tiene gran capacidad para imaginar lo que leen, además de que se perciben porcentajes alarmantes en cuanto a la frecuencia lectora, puesto que el 37.6% respondió no haber leído ningún libro en el último mes, y solo el 43.8% de los universitarios había leído uno, también el 25% señaló terminar los libros que iniciaron a leer, esto representa que solo la cuarta parte de la población estudiada, mantiene hábitos lectores, asimismo el 15.7% leyeron libros extracurriculares y en cuanto al tiempo diario dedicado a la lectura, el 40.7% mencionó leer menos de una hora. (Martínez, et. al., 2019)

Lo anterior pone de manifiesto que los universitarios pueden tener cierto gusto por la lectura, pero eso no significa que mantengan el hábito de leer, por lo que tienen problemas de comprensión lectora, y dificultades para leer, esta problemática se encuentra ligada a diversos factores como el estímulo de la familia, el estilo de vida, nivel académico de los padres, distribución del tiempo, entre otras razones.

En el mismo año, la Universidad Veracruzana realizó un estudio para conocer las prácticas lectoras de los universitarios respecto a la lectura de literatura en las distintas sedes, se encontró que mantienen un gusto regular hacia la literatura y le dedican alrededor de dos horas semanales a dicha actividad, además de que el género preferido por los estudiantes que dedican mayor tiempo a la lectura es la novela, también alrededor del 70% y 89% sigue leyendo a través de textos impresos; en cuanto a las diferencias de emociones presentadas mediante el tipo de formato que se utilice, 7 de cada 10 establece que sí hay diferencia en las emociones que produce la lectura dependiendo del formato en el que se lea (Jarvio & Ojeda, 2020).

En el año 2020, se publicó un estudio acerca del uso de las TIC y la lectura en la educación superior, en el que se analizó los resultados de la Universidad, Escuela normal, Instituto tecnológico descentralizado y el Instituto tecnológico federal, quienes fueron las instituciones pertenecientes a tal sector educativo, en cuanto al tiempo dedicado a la lectura digital e impresa en la población estudiantil, se observó que los estudiantes de las escuelas normales dedican entre tres y cuatro horas aproximadamente a la semana para la lectura en formato digital e impreso, mientras que los universitarios de los institutos tecnológicos descentralizados dedican dos horas semanales a la lectura, agregando que esto se debe a las dificultades del acceso a las TIC. (Robles, et. al., 2020)

Si bien, los estudios antes mencionados permiten identificar las diferentes variantes y alcances que los autores han realizado acerca de la temática de los procesos lectores en la población universitaria, ello permite que se tenga una visión general sobre los hábitos lectores de los estudiantes universitarios, reconociendo el formato en el que lean, ya sea digital o impreso, de los diversos textos académicos o extra curriculares, del tiempo dedicado al día y semanalmente a la lectura, del hábito para terminar de leer los libros que empiezan, los motivos para realizarla, etc.

3. METODOLOGÍA

3.1. ENFOQUE Y TIPO DE ESTUDIO

Esta investigación es de carácter cuantitativo con alcance descriptivo, puesto que se busca conocer los procesos de lectura en los estudiantes universitarios de la generación 2014 de la Facultad de Pedagogía-Región Veracruz de la Universidad Veracruzana.

Citando a Hernández, et. al. (2014), el estudio de carácter descriptivo busca detallar las características importantes del fenómeno de estudio, por ende, describe los datos cuantitativos recolectados de un grupo o población.

A continuación, en la tabla 1 se detalla la operacionalización de la variable de este estudio.

TABLA 1.

OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLE

OBJETIVO GENERAL VARIABLE DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE LA VARIABLE DIMENSIONES INSTRUMENTO
Describir los procesos de lectura en el estudiante de la Facultad de Pedagogía-Región Veracruz de la generación 2014 de la Universidad Veracruzana. Procesos de lectura Procedimiento a seguir para el desarrollo de la actividad lectora que implica: hábitos, frecuencia, comprensión y experiencia.
  • Hábitos lectores
  • Frecuencia lectora Comprensión lectora
  • Experiencia lectora
Cuestionario adaptado de 26 preguntas retomado del Instituto Nacional de Tecnologías y de Formación del Profesorado.

3.2. UNIDAD DE ANÁLISIS

La investigación considera a los estudiantes universitarios de la generación 2014 de la carrera de Pedagogía, campus Boca del Río de la Universidad Veracruzana, el muestreo fue no probabilístico, por conveniencia, y aceptación de los implicados por participar en dicho estudio. El único criterio de inclusión es que fueran estudiantes de la cohorte 2014 y se encontraran activos en dicha entidad académica.

3.3. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

El instrumento utilizado para el proceso de recolección de datos fue un cuestionario elaborado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado, en el cual se realizaron algunas modificaciones para este estudio, integrado por 26 preguntas que abordan cuatro áreas: Hábitos lectores, Frecuencia Lectora, Comprensión lectora y la Experiencia lectora, además de recolectar los datos generales de la población, la cual se aplicó a 60 estudiantes de la cohorte 2014, quienes en su mayoría son mujeres, con una presencia de 50 (83%) y sólo 10 (17%) son hombres, cuyas edades oscilan entre los 23 a 26 años y se encuentran cursando actualmente octavo (2%), noveno (67%) y décimo (32%) semestre respectivamente.

La aplicación de dicho instrumento se hizo en formato digital, distribuido a través de la plataforma formularios de Google.

4. ANÁLISIS Y RESULTADOS

Los datos obtenidos del cuestionario se analizaron mediante una hoja de cálculo y de la utilización de las fórmulas para establecer la distribución de frecuencias, medidas de tendencia central, y del análisis analítico en su conjunto a partir de la información obtenida.

Los resultados obtenidos a partir del cuestionario se describen a continuación y se estructuran de la siguiente manera.

4.1. HÁBITOS LECTORES

Citando a Montoya y Plúas (2018) expresan que “los hábitos lectores son prácticas adquiridas mediante la repetición y que constituyen actos habituales de lectura mediante los cuales se desarrollan habilidades del pensamiento” (p. 11). Entonces, el ejercicio continuo de esta acción permite que la persona fortalezca sus procesos mentales y que por la cual, mediante estos sean capaces de asimilar, adaptar y acomodar la información, generando aprendizajes significativos que le servirán durante toda su vida en los diferentes ámbitos en el que desempeñe.

Dicha práctica engloba dimensiones, uno de los principales es el proceso cognitivo del sujeto, parte de ello se debe al tipo de lectura que se realice y de la finalidad de la misma, así como también de los procesos de lectura característicos de la persona, por otro lado se encuentran los factores más incidentes para realizar el hábito de la lectura, estos son de carácter educativo y social, además las modalidades del hábito de lectura que pueden ser dentro de una lectura comprensiva, a través de los círculos de lectura, o simplemente por el gusto hacia ella (Montoya & Plúas, 2018).

En un estudio realizado a docentes de la Universidad de Guayaquil en el 2018, consideran estar totalmente de acuerdo que, para ser un buen profesional, los estudiantes deben poseer una capacidad alta para la lectura, indicando especialmente por el desarrollo de las habilidades del pensamiento que tal proceso genera (Montoya & Plúas, 2018). Sobre todo, de que es característico o ideal, que las personas que con una educación superior sean autónomas para el alcance del conocimiento, posean interés e iniciativa por descubrir su realidad a través de distintas herramientas y búsqueda, siendo la más recurrente mediante el proceso de la lectura de diversos tipos de textos.

En la tabla 2 se concentran las preguntas realizadas a los estudiantes respecto a esta dimensión.

TABLA 2.

HÁBITOS LECTORES

PREGUNTAS 1-9
¿Qué es la lectura?
¿Le gusta leer?
Considera que su nivel lector es:
Al realizar una lectura acostumbra a:
¿Cuántos libros tiene en su casa?
Los libros que lee, generalmente...
¿Suele frecuentar la biblioteca?
¿Normalmente termina los libros que empieza a leer?
¿Qué momento del día prefiere la lectura?


Respecto a la primera pregunta en torno la conceptualización que tienen los estudiantes sobre la lectura es que sólo el 52% si tiene esa apropiación, mientras que un porcentaje considerable no tiene ese significado que corresponde al 48% de la población, pese a que ya se encuentran en los últimos semestres de su carrera; siguiendo con la pregunta, si les gusta leer, el 73% respondió que sí, mientras que el 27% dijo que no. Por otro lado, solo un 12% manifestó que su nivel lector es altamente satisfactorio, la gran mayoría que corresponde al 72% de los universitarios considera que su desempeño es satisfactorio y el 17% agregó que su nivel es insatisfactorio.

En cuanto a las técnicas utilizadas al momento de realizar la lectura, el 48% generalmente tiene el hábito de subrayar, seguido de hacer un resumen con un 43%, el 7% extrae y escribe las ideas más importantes y solo el 2% de los estudiantes realiza alguna otra estrategia.

Respecto a la cantidad de libros que tienen en sus casas, la gran mayoría que representa al 42% de la población mencionó que solo tiene menos de 5, el 25% entre 5 y 20, el 3% agregó que, entre 20 y 50 libros, solo el 2% dijo tener un aproximado de más de cien libros, el 28% no supo a ciencia cierta la cantidad de libros existentes en su casa y algunos no la contestaron. Además, la gran mayoría que representa el 97% dicen que los libros que leen generalmente los adquieren de la biblioteca, y solo el 3% los compra. Partiendo de que los jóvenes adquieren los libros en la biblioteca, las visitas que estos realizan a ella fueron, el 2% agregó que suele frecuentarla muy a menudo, el 68% dijo que a veces y el 30% comentó que casi nunca.

Un dato muy importante en cuanto al hábito de lectura, es la costumbre que los estudiantes tienen para terminar los libros que comienzan a leer, en este caso se observa que el 85% nunca termina de leer dichos libros, el resto de los estudiantes agregó que siempre los terminan con una presencia del 3%, casi siempre con un 7% y a veces el 5% de los estudiantes; finalmente la última pregunta dentro de esta área se refiere al momento del día en que los estudiantes prefieren ejercer la lectura, se observó mayor prevalencia en realizarla durante el atardecer o en la noche que corresponde al 90%, mientras que el 5% prefiere al acostarse, solo el 2% al levantarse y un 3% leer durante el día.

4.2. FRECUENCIA LECTORA

Se entiende por frecuencia lectora a la incidencia que una persona realiza dentro de un periodo de tiempo para ejercer la lectura, de diversos tipos de textos y de la cantidad de horas dedicadas a la misma.

De modo que al tener una baja frecuencia de lectura produce deficiencias en el estudiante y público en general, como errores ortográficos, mala redacción, baja eficiencia de la capacidad de análisis, síntesis y reflexión, lenguaje poco fluido y sin variedad de palabras técnicas, por mencionar algunas. (Mercado, et. al., 2011)

Siguiendo a este mismo autor, expresa que es de esperarse que: la frecuencia lectora aumenta con el nivel de estudios y que dicha incidencia dentro del marco escolar tiene una relación directa con el rendimiento académico de los estudiantes. (Mercado, et. al., 2011).

TABLA 3.

FRECUENCIA LECTORA

PREGUNTAS 10-12
¿Para qué lee?
¿Con qué frecuencia lee?
¿Cada cuánto lee por iniciativa propia?


En la tabla 3 se observan tres preguntas para recabar sobre la frecuencia lectora en la población estudiantil, en la primera pregunta los alumnos en su mayoría que corresponde al 83% de la población respondieron que, si cuentan con un propósito al momento de ejercer la lectura, y el 17% dijo que no.

Con relación a la frecuencia con la que leen, los estudiantes respondieron en un 2% que tienen el hábito de leer diario, la gran mayoría en el 40% dice que lo practica de manera semanal, el 13% cada quince días, el 33% mensualmente y el 12% agregó que en otros momentos sin definir exactamente. También se suma la iniciativa para leer, solo un 3% añade que siempre es por interés propio, el 5% a veces, más de la mitad con un 57% dice que casi nunca y el 35% respondió que nunca.

4.3. COMPRENSIÓN LECTORA

La comprensión lectora es el proceso de elaborar el significado por la vía de aprender las ideas relevantes de un texto y relacionarlas con las ideas que ya se tienen. Es el proceso a través del cual el lector (a) interactúa con el texto, lo asimila y lo comprende (Rivas, 2015, p. 54).

La comprensión lectora es una habilidad cognitiva muy importante en el desarrollo del ser humano, puesto que, mediante la lectura de diversos textos, es capaz de asimilar y transformar la información en un aprendizaje significativo, el cual este le posibilita desempeñarse satisfactoriamente en su entorno académico y social.

Ramírez (2017) recalca que “los factores que influyen en la comprensión de la lectura son: el lector, el texto, los conocimientos previos que la persona posee y las formas que utiliza para realizar dicha acción”. (párr. 7) por lo que tal habilidad es diferente en cada persona, pues estos la asimilan de forma diferente dependiendo del nivel cognitivo que posean, también varía si los textos son de fácil comprensión o requieren de una atención más profunda, de las técnicas y estrategias utilizadas por el lector para adquirir esa comprensión, también el conocimiento que tenga la persona en relación con esa temática y/o afines, es determinante para desarrollar esta habilidad cognitiva-comunicativa.

Por lo tanto, desarrollar esta habilidad, dentro del contexto escolar, resulta un reto para los docentes por una parte, puesto que deben de emplear en sus prácticas didácticas estrategias de E-A que conlleve al logro de esta finalidad, de la creatividad e innovación para abordar los contenidos curriculares, y por otra parte, para los estudiantes quienes deben tener el tiempo suficiente para realizar sus tareas académicas, de la motivación e interés para hacerlas, de contar con los medios y recursos, etc.

TABLA 4.

COMPRENSIÓN LECTORA

PREGUNTAS 13-20
¿Relee los textos?
¿Cuándo tiene dudas o inquietudes acerca de la lectura, intenta resolver?
¿A qué o quien acude para resolver dichas inquietudes?
¿Qué estrategias para comprender un texto le han enseñado en el bachillerato?
¿Aplica esas estrategias?
¿Qué dificultades tiene para comprender un texto?
¿Qué estrategias implementa para superar estas dificultades?
De las asignaturas que hasta el momento ha cursado, ¿Menciona tres lecturas que le hayan causado dificultades para la comprensión?


En la tabla 4 para recabar información sobre la comprensión lectora en los universitarios, se preguntó a los estudiantes si releen los textos para así comprender la lectura, el 75% mencionó que casi siempre, mientras que el 2% dijo que siempre y únicamente el 23% que a veces dependiendo de la complejidad del tema, en cuanto a la pregunta si cuando tienen dudas o inquietudes acerca del tema, las intentan resolver, el 98% añadió que si y solo el 2% agregó que no, también se encontró que un 83% de los alumnos en su primera opción para no quedarse con las dudas, optan por buscar en el internet, de ahí como segunda opción el 68% se dirigía hacia los profesores y un 30% optaba por informarse a través de libros y una minoría del 2% le preguntaba a sus familiares.

Algo muy importante que enseñan en el bachillerato y que se solicita mucho, son las técnicas y estrategias de aprendizaje, pues comúnmente los docentes encargan resúmenes, esquemas, síntesis, mapas conceptuales, etc. para abordar los diversos contenidos de aprendizaje y lograr que los alumnos lo comprendan, por lo que al momento de transcurrir en la universidad parte de esas técnicas siguen estando en la vida del estudiante. Para corroborar esto se le preguntó a los jóvenes cuales eran esas estrategias que se le habían enseñado en el bachillerato para comprender una lectura, en este caso se encontró que el 80% de los universitarios señalan que el resumen es la estrategia más utilizada para comprender un texto, seguido de los mapeados con un 18% y en menor porcentaje identificar las palabras claves que corresponde al 2% y el 7% agregó que mediante el subrayado, para lo cual el 32% aceptó aplicar estas estrategias para dicha finalidad, a diferencia del 68% quienes dijeron que no implementaban tales técnicas.

Otra de los cuestionamientos fue cuales eran las dificultades que tenían para comprender un texto, de lo que en su mayoría el 82% señalaron no presentar ninguna, por el contrario el 5% exclamó que los tecnicismos y un 13% agregó que se debe a que no entienden al autor, ante estas problemáticas presentadas durante la lectura de diversos textos y como parte de las estrategias utilizadas para la comprensión de la misma, el 40% de los estudiantes optan por releer el texto, el 32% se van por la realización de un resumen, el 13% elige dirigirse hacia el internet, en menor índice con un 7% mediante la técnica del subrayado, el 3% por el uso de las palabras claves y sólo el 5% de la población estudiantil no realiza ninguna.

Con relación a la pregunta sobre las asignaturas que ha cursado, se les pidió mencionar tres lecturas que hayan sido difíciles para su comprensión, para lo cual se recabó que el 42% de los estudiantes no recordaron si habían tenido dichos problemas, pero sí el 33% mencionó que, en una ocasión, el 2% en dos ocasiones, el 3% en tres y el 20% añadió no haber tenido ninguno.

4.4. EXPERIENCIA LECTORA

Se entiende como experiencia lectora, al manejo de la información adquirida a través de las fuentes de información de los diversos tipos de textos, de la preferencia del lector hacia los autores, del gusto e interés por los diferentes géneros literarios, que corresponde a las prácticas de la lectura que el individuo realiza a lo largo de su vida, ya sea en el ámbito escolar, profesional, y/o personal.

TABLA 5.

EXPERIENCIA LECTORA

PREGUNTAS 21-26
¿Cuáles son los tres escritores preferidos?
¿Cuáles son los tres títulos preferidos?
A la hora de leer, ¿Por cuál de estos tipos de libros se interesa?
A la hora de leer, ¿Qué tipo de autor prefiere?
Si estás leyendo un libro estos días, ¿Podría indicar al autor y el título?
¿Qué tipo de lectura prefieres?


En la tabla 5 se observan las preguntas realizadas a los estudiantes para conocer su experiencia lectora, respecto a la primera pregunta, se encontró que casi la mitad que corresponde al 47% describieron a sus dos escritores preferidos, el 30% mencionó a un autor, únicamente el 7% de los estudiantes escribieron a sus tres autores favoritos, por otro lado el resto que representa el 16% no se acordaron, asimismo al solicitarle que mencionaran sus tres títulos preferidos, la mitad de los estudiantes encuestados que representa el 50% respondieron dos, seguido del 30% quienes solo dijeron uno, y únicamente el 5% si describieron los tres, a diferencia del 15% que no se acordaron.

Respecto a los tipos de textos que prefieren leer, solo el 7% se interesa por los textos densos y profundos, a diferencia del 22% que eligen textos de fácil asimilación y lectura rápida, mientras que en su mayoría el 70% de los educandos prefiere ambos tipos de textos y un porcentaje mínimo de la población con un 1% no saben y/o prefirieron no responderla, de igual manera referente al tipo de autor que prefieren al momento de leer, la gran mayoría que corresponde al 95% le resulta indiferente, sin embargo, el 3% prefiere que sea español y el 2% optan por autores extranjeros. Acerca del tipo de lectura preferida por los estudiantes, se encontró que el 52% tiene mayor interés por los libros científicos, seguido de los textos narrativos con un 40%, el 35% señalan que prefieren los periódicos, el 23% se encuentra interesados por las fotonovelas, y revistas técnicas o especializadas respectivamente, el 17% por los ensayos, el 13% mantiene interés por la poesía y con un menor porcentaje se encuentran los textos de teatro con un 8%, por las revistas del corazón con un 7% y finalmente el 3% prefiere otros tipos de textos.

Por último, la pregunta que buscó conocer la cantidad de estudiantes que realizaban la lectura en los días en el que se les aplicó el cuestionario, la gran mayoría que representa el 90% de la población encuestada, no se encontraban en el proceso de leer un libro, únicamente el 10% respondió que si habían leído libros.

5. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

A partir del análisis de los resultados obtenidos se concluye en lo siguiente. Como parte de los hábitos lectores en los estudiantes, solo una minoría que representa el 15% de la población estudiantil tiene el hábito de terminar de leer los libros siempre o a veces, mientras que el resto no lo hace, ello genera incertidumbre, pues se puede decir que esto se debe a que no les gustó la lectura, que no tuvieron la suficiente motivación para terminarlo, o simplemente no tienen el hábito de leer entre otras razones, por ello, el plantearse objetivos o metas al momento de leer resulta muy importante, puesto que es un factor motivante para no dejar inconcluso el libro que se dispuso a leer originalmente, en cambio al no tener una finalidad de realizar dicho acto es muy probable que se tome a la ligera, que no se origine un aprendizaje significativo, entre otros.

Poseer un alto grado de motivación o interés para leer influye en la práctica constante que el universitario haga uso de la lectura de diversos textos que sean de su agrado, ya sea para fines escolares, o de recreación. Los datos obtenidos en la frecuencia lectora permiten interpretar que la incidencia que tienen los futuros profesionales para leer se concentra en los que la realizan de manera semanal y por otro lado, mensualmente, y solo una minoría que corresponde al 2% de los 60 encuestados, la realiza de manera diaria como parte de su estilo de vida.

Cabe resaltar que la gran mayoría de los estudiantes cuando no entienden la información que están leyendo, tienen la iniciativa de resolver sus cuestionamientos, esto implica que tienen deseo de conocer más sobre el tema, que son capaces de buscar información sobre ello a través de diferentes medios, que dialogan lo aprendido y lo comparten para conocer las opiniones de los demás reestructurando sus ideas, que resulta característico de la población de nivel superior.

Por otro lado, resulta relevante expresar que pese a que se utiliza en mayor porcentaje el resumen como estrategia para la comprensión lectora, es importante incluir y utilizar más en los procesos de aprendizaje, la síntesis, pues a diferencia del resumen que engloba procesos más memorísticos, la síntesis permite la construcción personal sobre un tema, dicho de otra manera, permite al lector hacer juicios reflexivos y críticos sobre la postura del autor, trascendiendo a un logro de un aprendizaje constructivista. Tal como expresa Sierra y López (s. f.) al definir a la síntesis como la:

Reducción de un tema en donde las ideas se expresarán con palabras propias y la emisión de un juicio crítico de lo que se ha leído. Se caracteriza por la identificación de las ideas principales de un texto con la interpretación personal de la persona que la realiza (p. 41).

Las cifras referentes a la presencia lectora en los estudiantes al momento de realizar el cuestionario, permiten demostrar que los estudiantes no poseen el hábito diario de leer, de modo que para futuras investigaciones es necesario conocer cuáles son esas razones por las que no leen los jóvenes universitarios e implementar actividades que fomenten el gusto por la lectura, como ya se sabe el proceso de leer tiene múltiples beneficios en el desarrollo cognitivo-comunicativo del ser humano, por ende, es importante que los estudiantes de nivel superior tengan estas habilidades para su exitoso desenvolvimiento profesional.

Los resultados obtenidos en las cuatro áreas de esta investigación, hábitos lectores, frecuencia lectora, comprensión lectora y experiencia lectora, permitieron describir cómo son los procesos de lectura en los universitarios, por ello el objetivo nos permite extrapolarlo a nivel nacional, puesto que los estudiantes la actualidad no poseen hábitos de lectura debido a múltiples razones, en el mayor de los casos se debe a la falta de interés y motivación por la lectura, el entorno familiar, nivel socioeconómico, adicción a las redes sociales, falta de tiempo, acceso a la información, recursos y medios, etc., estas detonantes permite hacer cuestionamientos para futuras investigaciones, contribuyendo a la implementación de programas y proyectos que fomenten el gusto por la lectura y de los múltiples beneficios de esta en el desarrollo de las capacidades intelectuales y sociales, del ser humano.

Debido a la necesidad de caracterizarnos como un país que se encuentra en transformación hacia el alcance de una educación de calidad y de las problemáticas y retos a lograr por todos los actores del sistema educativo, como parte de ese proceso se encuentra el logro de fomentar la lectura en la población mexicana, puesto que esta representa la llave para abrir campo al conocimiento y la educación, que es posible lograr mediante los procesos educativos en los distintos sectores, y de la participación de la familia, maestros y estudiantes para el desarrollo de estas capacidades y habilidades cognitivas, sociales, emocionales necesarias para el eficiente desenvolvimiento del individuo en la sociedad.

Finalmente, resulta preciso destacar la atención de estas necesidades educativas por la enseñanza superior, de modo que, se implementen programas y propuestas para la promoción de la lectura de textos curriculares y extra curriculares, incluir a sus prácticas docentes metodologías que permitan lograr el gusto por la lectura y de los aprendizajes requeridos en su formación profesional, puesto que un profesionista requiere estar entorno de las innovaciones educativas y de las temáticas emergentes, lo que conlleva que el profesional posea competencias cognitivas, lingüísticas y sociales para su eficiente desempeño en los entornos en el que se desenvuelva.

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